Entrevista con Facundo
Morales Schoenfeld, argentino internacionalista, comandante de la Columna
Teófilo Forero de las FARC-EP
Por Camilo de la Puente
Domingo, 30 de Septiembre
de 2012 16:32
Porque un Argentino está en las filas de las FARC? La batalla de
Ayacucho contó con la presencia de soldados independentistas de diferentes
países... Hoy la batalla de Ayacucho se da aquí en el Caquetá y en el Meta...
las guerras de liberación en América Latina siempre han sido latinoamericanas.
El
argentino Facundo Morales Schoenfeld, alias “Camilo”, es
integrante de la organización insurgente FARC-EP desde 2002 y concedió una
entrevista días antes del anuncio de los acercamientos entre el gobierno y la
guerrilla para empezar dialagos enmarcados en la construcción de paz. La Fuerza
Pública se enteró de la existencia de Facundo Morales Schoenfeld en febrero de
2010, y su militancia salió a la luz pública en febrero de 2011, cuando el
concejal Armando Acuña recobró su libertad vestido con un impecable traje, que
días antes alias “Camilo” había llevado. Principios de 2011 un integrante de la
Fuerza Pública dijo al periodico argentino Clarín, que “Ya lo detectamos y
sabemos que antes de que termine diciembre va a caer”. En octubre de 2011 “Camilo” es nuevamente mencionado, luego de unas
detenciones masivas de estudiantes en el sur de país, que supuestamente habían
tenido contacto con el argentino. En medio de las selvas colombianas, con un
maté bien preparado, “Camilo” nos cuenta sobre como
llegó a la guerrilla, las posibilidades de un proceso de paz y el papel
político de las FARC en el contexto latinoamericano.
Las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia fueron fundadas en 1964 en la zona
rural de Marquetalía. Inspirados por un pensamiento Marxista-Leninista, las
FARC son hoy en día la guerrilla más antigua del mundo. Negociaciones e
intentos de diálogo entre los succesivos gobiernos y las FARC se dieron en el
país durante los últimos treinte años. En agosto de 2012 el gobierno de Santos
y representantes de las FARC anunciaron que en octubre de 2012 en Oslo van a
instalar una mesa de conversaciones que podría permitir una salida negociada al
conflicto social-político y armado.
Porque un Argentino está en las filas de las FARC?
Nosotros hemos sido un solo pueblo desde el Río
Bravo hasta la Patagonía. La batalla de Ayacucho contó con la presencia de
soldados independentistas de diferentes países. Quiere decir que la batalla de
Ayacucho fue la batalla de América contra el Imperio. Hoy la batalla de
Ayacucho se da aquí en el Caquetá y en el Meta. Efectivamente tiene que haber
presencia internacional, porque las guerras de liberación en América Latina
siempre han sido latinoamericanas.
Porque existe hoy en día las FARC?
En la década de las noventa, cuando se cae el
bloque del Este y la USSR y Fukuyama habla del supuesto fin de la historía, hay
una fuerza revolucionaria en el mundo que no está en un proceso de retroceso,
sino que tiene un avance. Una fuerza que esta enfrentando a la oligarquía y al
imperialismo en el terreno de combate y que le está derrotando. En el momento
en que el imperio estaba festejando su victoria sobre el Bloque Socialista, las
FARC estaba aguándole la fiesta, demostrando que el fin de la historia y del
socialismo eran predicaciones falsas.
Finalizando la década de las noventa nuevos
gobiernos populares en todo el continente empiezan a llegar al poder, dándole
un nuevo aire a la política latinoamericana y al mundo. Paralelo a la llegada
de esos gobiernos de fuerzas populares se desencadena la operación militar más
grande en la historia del continente, el Plan Colombia. Un plan de guerra total
y de arrasamiento que pone a Colombia tercero en la lista mundial de apoyo norteamericano,
después de Israel y Egipto. En medio de la resistencia, de no dejarnos derrotar
y de poderlo golpear al enemigo, los procesos populares en América Latina se
van multiplicando.
Este proceso de cambios en América es muy parecido
a los primeros años de nuestros procesos de independencia. Cuando se dieron los
primeros gritos de independencia, estos se dieron de forma pacifica. Después,
cuando el imperio español se sacó el yugo de la invasión francesa y logró una
estabilidad como imperio, vino por la reconquista. La inmensa mayoría de los
procesos revolucionarios que habían llegado en algún momento de forma pacifica
se caen en este momento y son derrotadas sangrientamente. Entonces empieza la
segunda etapa de la independencia americana, que es la etapa de las guerras
revolucianarias. Allí surge Bolivar, surge San Martin, surge Artiges, surgen
los grandes caudillos militares en América. En la primera etapa pacifica de la
independencia Bolivar no tuvo una participación protagónica. Fueron otros que
asumieron ese papel. Fueron los Nariño, Mirando y Moreno, entre otros. Pero
llega un momento en donde esos intelectuales, traductores de la declaración
universal de los derechos del hombre, son derrotados, porque no tenían una
visión de fuerza. Estamos ante un nuevo momento de reconquista.
Los Estados Unidos van a ser derrotados en Iraq y
Afganistán y cuando son derrotados y les toca retirarse siempre van a volver la
mirada sobre su patio trasero, sobre América Latina. Venezuela está en la lista
de las ambiciones norteamericanas, porque allí están las reservas petroleras
más grandes del continente. La reactivación de la cuarta flota tiene que ver
con eso, como también la instalación de sus bases militares en Colombia. Están
preparando las condiciones para que en algún momento se puede dar ese
desembarco masivo sobre el continente. Estados Unidos está empezando a perder
su hegemonía y se va volver más agresivo. Por eso se da un golpe de Estado en
Honduras y en Paraguay y hay intentos de golpe en Ecuador, en Venezuela y en
Bolivia. El imperio está moviendo sus piezas en este gran juego de ajedrez
macabro. Cuando este se dé y ojalá nos equivoquemos, las FARC van a seguir
siendo siempre un lugar de llegada de todos los revolucionarios de América. La
experiencia combativa de las FARC va estar al servicio para volver a
estructurar los gobiernos populares en el continente.
En que momento decidiste venir hasta acá?
En mi tierra hicimos un levantamiento popular en el
año 2001 en el que tuve la oportunidad de participar. Resquebrajamos el sistema
del país y en dos meses de peleas populares pasaron cinco presidentes de la
República. Eramos un pueblo efervescente, un millón de personas peleando en las
calles, en donde un joven caía muerto a manos de la policía, pero diez se alzaban
y pasaban por encima del cadáver de un muerto para seguir peleando. Los locales
comerciales de las empresas norteamericanas, empezando por McDonalds, estaban
en llamas, como símbolo de la rebeldía en contra de la presencia
estadounidense. Eso fue la primero que ardió. Luego siguieron las otras
empresas extranjeras.
El problema de esos levantamientos espontáneos es
la falta de organización que pueda suplantar al Estado. Una cantidad de
partidos de izquierda pequeños, atomizados, sin lideres, muchas veces enfrentados
entre ellos, no tienen la capacidad de establecer un pulso de fuerza con el
Estado. Lo que nos faltó fue una fuerza revolucionaria que podía orientar ese
alzamiento popular. La reflexión que saqué en esos días, y que me marcó en mi
decisión, fue que con un solo frente de las FARC podríamos haber tomado el
poder con toda esa fuerza insurrecta. No necesitabamos más. Era un pueblo
decidido a cualquier cosa, un pueblo que llevaba feliz el combate a pesar de
los 70 muertos en los primeros dos días.
No podemos desperdiciar la vida dos veces y uno
tiene que aprovechar en la vida todas las oportunidades. Yo tuve la fortuna de
poder vivir en mi tierra el que se dio después de sesenta años. Esperar otros
cincuenta años para una segunda oportunidad era imposible y tenía que buscarla
en otro lugar. Por eso estoy en Colombia. Como dijo Alexandra [Tanja
Neijmijer], la revolución si se da, se da en Colombia y entonces hay que estar
aquí para vivirla.
Tenía referencias de las FARC desde los años
noventa y sin embargo me demoré diez años en decidirme a vivir aquí. En esos
diez años de distinguir las FARC a lo lejos, siempre tuve la voluntad de ser
guerrillero. Tenía unas once años cuando leí la biografía del Che y dije yo
quiero ser como él. Uno tiene claro que si la voluntad le acompaña, si la
moral, si la decisión de vencer o morir le acompaña, uno puede transformar este
país.
Que perspectivas de paz existen?
Para resolver el conflicto hay que tomarnos el
poder. Sin embargo, la toma de poder no necesariamente tiene que ser de forma
violenta. Las FARC no tienen la mente cerrada y no solo dicen que se puede
llegar allí por la vía de las armas. En la declaración fundacional de las FARC
se establece que nosotros hubiéramos querido llegar a alcanzar nuestras metas
por métodos pacíficos. El orden imperante en Colombia y la estrategia militar
imperial sin embargo no han permitido esa confrontación pacífica. Ellos hacen
un gran negocio de la guerra.
Cuando nosotros hablamos de la paz, hablamos de una
paz real. Lo que nosotros no podemos entender es el mensaje que nos dan desde
el poder en donde nos llaman a entregar las armas y de claudicar nuestro empeño
de construir un país diferente. No nos alzamos en armas para entregarlas y que
todo sigue igual. Eso lo pueden tener muy claro. Jamás van a ver a una FARC
entregada de rodillas. Jamas las FARC se van a rendir. Podemos acallar las
armas, puede adquirir en un momento dado más importancia las movilizaciones y
las protestas populares. Pero si el enemigo bloquea esas movilizaciones y
protestas populares con muertes violentas, allí van a estar las FARC con una
respuesta militar. Si el Estado respeta eso es cuando va habar una etapa nueva.
Un sector de la oligarquía tiene la ilusión que
puede terminar con la guerrilla a través de las armas, es eso, una simple
ilusión. Ellos piensan que los muchachos aquí en las FARC están obligados, o
que están aquí por que se les ha engañado. Sin embargo aquí hay una juventud
dispuesta a un sacrificio, que está conscientemente en las filas de la guerrilla
y toda esa juventud tiene un pueblo que la ha puesto allí. Si no hubiera un
pueblo que estuviera de acuerdo con la guerrilla, la guerrilla no existiera.
Mientras que ellos piensan que la solución final es militar, nosotros aquí
seguimos peleando. Nosotros no tenemos los días contados. Esa guerra puede
durar cien años más y nosotros estamos dispuestos a hacer ese sacrificio si es
necesario. Lo que estamos diciendo es que eso va implicar un sufrimiento para
un pueblo que podríamos evitar. Nosotros en aras de una visión humanitaria y de
progreso de este país, deberíamos evitar seguir en la guerra. Yo recuerdo
cuando Uribe subió al gobierno, el camarada Alfonso Cano le extendió una carta
en que dijo, dialoguemos ahora, no esperemos cinco mil muertos para ponernos a
dialogar. Y lamentablemente han pasado mucho más de cinco mil y hasta la fecha
han estado cerrados los caminos del dialogo.
Las
puertas hacía una solución negociada del conflicto político, social y armado
parecen haberse abierto con los acercamientos que se han dado en Cuba. Sin
embargo, desde varios sectores ya se ha querido entorpecer este proceso. El
ex-presidente Alvaro Uribe Vélez dijo que era incomprensible que en medio de un supuesto deterioro de la
seguridad el Gobierno estuviera negociando con la guerrilla. Otros sectores,
tanto de la sociedad civil, como también de los partidos políticos
tradicionales, han aplaudido los esfuerzos del Gobierno y la guerrilla y han
expresado su apoyo a la iniciativa.
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