martes, 26 de junio de 2012

El Camarada Alfonso. Por Bertulfo Álvarez, integrante del Secretariado de las FARC-EP




Por Bertulfo Álvarez, integrante del Secretariado de las FARC-EP

Escribir sobre Alfonso Cano es recordar al Camarada, al dirigente comunista, al forjador de combatientes farianos; es recordar al comandante que por varias décadas se enfrentó con coraje y decisión a las más feroces cruzadas (campañas) ideológicas, sicológicas y militares contra las FARC-EP, orientadas y financiadas por el imperio norteamericano y ejecutadas por la oligarquía colombiana.


Desde su llegada a las filas de las FARC-EP, era palpable su talante del cuadro revolucionario del que en poco tiempo se destacaría, por su capacidad y Don de Mando, por su inocultable grado de disciplina comunista y conciencia proletario-militar, en genial estratega y conductor de la guerra de guerrillas.
Dejó en la ciudad a su familia, a sus amigos, a sus condiscípulos de la Universidad, para dar el salto de dirigente estudiantil a líder guerrillero en las montañas.




Al lado de Manuel Marulanda Vélez y de Jacobo Arenas afinó puntería para arrancarle nuevas verdades a la vida. Quizás no lo imaginaría; su firmeza política e ideológica, sus cualidades de constructor de comunistas, sus dotes de Comandante y de luchador incansable hizo que los guerrilleros farianos tuviéramos la certeza que el Camarada Alfonso jamás se doblegaría ante las pretensiones del enemigo. Se entregó en cuerpo y alma a la Universidad de la Revolución, la que años después, lo colocaría en el glorioso lugar de Comandante en Jefe de las FARC-EP.


En ningún momento dudó para saber identificar a los enemigos del pueblo y a las causas históricas que obligaron al alzamiento armado por la defensa de la vida.
Fue un gran soñador de la paz; buena parte de su actividad diaria la dedicó a estudiar propuestas para encontrar salidas distintas a las de la guerra para parar el conflicto armado que viste de muertos y de miseria al territorio colombiano. Fueron de gran valor sus aportes para la búsqueda de la paz durante los diálogos de la Uribe, de Tlaxcala y los del Caguán.






Más sin embargo, la oligarquía rancia de este país y los enemigos de salidas civilizadas empeñaron todo su capital para asesinarlo. No escatimaron recursos económicos ni humanos. Miles y miles de soldados lo persiguieron apoyados por decenas de aviones y helicópteros durante el día y la noche y provistos de la más alta tecnología para dar con el paradero de un solo hombre cuyo delito fue el de luchar por una vida digna, soberana, con justicia social y en paz para los colombianos.


 

Al Camarada Alfonso lo asesinaron, si, lo asesinaron porque le tuvieron miedo. Creyeron que matando a un luchador Revolucionario podían detener las causas de las luchas de un pueblo que reclama salud, educación, empleo, vivienda, tierras y pan para sus hijos. Se equivocaron quienes creyeron que asesinando al Camarada Alfonso podían doblegar a una guerrilla fogueada en el combate que por cinco décadas ha enfrentado a un enemigo equipado con el más poderoso aparato de guerra y preparado en las mejores técnicas de la lucha contrainsurgente conocidas en la historia del último medio siglo.

Qué tan equivocados están…

Montañas de Colombia, Febrero del 2012.






¡Por la constitución de una comisión de verificación de la situación en las cárceles! Por: Prisioneros de Guerra de las FARC-EP





En Colombia existimos más de 9500 prisioneros políticos y de guerra. Es una realidad dura y lamentable, pero como tal nadie puede negarla. Quien así lo haga camina por los bordes de la insania y el desvarío. Miles de hombres y mujeres nos encontramos encerrados por anhelar construir una Colombia con justicia social y paz, y esto se debe a que nuestras acciones para lograrlo devienen siempre por parte del gobierno en inclemente guerra.

Por otra parte, hay que decirlo también, es cierto que las cárceles están inmensamente hacinadas y actualmente existen más de 100.000 compatriotas que se debaten entre la vida y la muerte en estos cementerios de libertades. Todos somos invisibilizados por el gobierno para mostrar cifras acordes con un país respetuoso de los Derechos Humanos. Pero en el caso de los prisioneros que ejercemos oposición al régimen y que representamos alrededor del 10% de la población carcelaria, el gobierno ha llegado al colmo de negar nuestra existencia.

El régimen de terror colombiano se ha caracterizado por ser un aparato que aplica la violencia sistemática para mantener el statu quo, y la cárcel es precisamente una de las mayores expresiones de esa violencia estatal. Estamos hablando, entonces, de un instrumento de represión utilizado por los sectores dominantes en contra del pueblo trabajador que desea un país diferente. La cárcel es un lugar monstruoso donde se intenta anular y destruir por completo al opositor político; es cercenada de forma cruel su vida social, alejándolo de sus familiares y seres queridos; aquí se le niega la prestación de servicios de salud como forma de tortura; se permanece incomunicado por largas temporadas y las correspondencias son decomisadas sin aviso; también son incautados los libros y cualquier otro material que pueda servir para la formación del prisionero.  

A lo anterior se suma el hecho de ser sometidos a traslados sucesivos y permanentes para que no podamos establecer relaciones políticas o de amistad; sin embargo, a donde llegamos, los Prisioneros Políticos y de Guerra promovemos la organización al interior de las cárceles, lo cual trae como consecuencia un nuevo traslado. En otras ocasiones se aplica la tortura para la obtención de información que pueda servir para golpear las organizaciones populares o la insurgencia; la presión sobre la familia es pan de cada día, y en fin, se nos aplica un sinnúmero de castigos, porque para eso la oligarquía sí es implacable y vengativa.  

Ministro del Interior y Justicia Juan Carlos Esguerra
Estas son las condiciones que el Ministro del Interior y Justicia Juan Carlos Esguerra quiere ocultar con la negativa para la constitución de la Comisión de Verificación de la situación de los Prisioneros Políticos y de Guerra, y con mayor razón aún, con el argumento de la no existencia de esta categoría de prisioneros en el país. Esta es una verdadera bofetada a la posibilidad de una solución incruenta al conflicto social y armado que nos aqueja.

¿Pretende acaso el Ministro hacerle creer a la sociedad colombiana que después de más de 50 años de confrontación armada, sólo hay en Colombia Prisioneros de las fuerzas oligárquicas? Existimos, duélale a quien tenga que dolerle, y además, somos parte fundamental a tener en cuenta en la inaplazable tarea de enrumbar al país por el camino de la reconciliación nacional. Otra cosa muy diferente es que al gobierno no le interese transitar por tan noble ruta, sino por el contrario por el de la sangre y la perfidia, como tantas veces lo ha demostrado.

Sargento Pablo Emilio Moncayo, liberado
Las FARC-EP han dado muestras suficientes e inequívocas de su voluntad por medio de hechos concretos de paz. En los últimos años han sido sido liberados el Ex -Concejal Armando Acuña, el infante de Marina Henry López, el patrullero Carlos Alberto Ocampo y el Cabo Primero del Ejército Salín Sanmiguel. Igualmente la política Clara Rojas y la ex -congresista Consuelo González de Perdomo; el Sargento Pablo Emilio Moncayo, el actual Gobernador del Meta Alán Jara, el ex –senador Luis Eladio Pérez, y los ex -congresistas Orlando Beltrán y Jorge Géchem Turbay.

En Abril de 1998, durante el gobierno de Ernesto Samper, las FARC-EP entregó de manera unilateral a 70 militares, y en el marco de las conversaciones del Caguán fueron entregados al gobierno de Andrés Pastrana 302 policías y militares retenidos por la insurgencia, sin recibir ningún gesto recíproco de parte del gobierno. Vale la pena recordar también, para no ir muy atrás, el caso del Policía Harrison Estiven Giraldo, herido y capturado en combate, y posteriormente entregado por nuestras unidades Farianas, después de prestarle la atención médica debida,  al CICR en el Tambo Cauca en Enero de 2012. A esto se suma el proceso de liberación que actualmente está en proceso de la totalidad de policías y militares retenidos, y la anunciada proscripción de la retención económica dentro de nuestra acción revolucionaria.

Todos estos hechos no hacen sino demostrar evidentemente que la insurgencia continúa como siempre en la historia, enarbolando la bandera de la solución política, no sólo en el discurso sino en la práctica cotidiana.
 
 
Sin embargo, a todos los hechos de paz por parte de la insurgencia el gobierno responde con odio, arrogancia y guerra. No le interesa en lo más mínimo la reconciliación de la sociedad colombiana, y por eso se niega a la instauración de una Comisión de Verificación de la situación de Derechos Humanos vividas en las cárceles por los Prisioneros Políticos y de Guerra. Demuestra suficientemente su carácter al oponerse al clamor mayoritario de paz social. Por ello, hacemos un llamado enérgico a la sociedad colombiana entera y a la comunidad internacional, para sumar esfuerzos y exigir al gobierno dar pasos certeros hacia la solución definitiva del conflicto político, social y armado por medio del entendimiento; y un paso imprescindible en este sentido, es cumplir con el deber de permitir la verificación de la situación vivida por las personas que han sido privadas de su libertad por cuestiones políticas o derivadas del conflicto.
Nosotros haremos lo propio a través de la protesta y resistencia carcelaria, porque concebimos en las cárceles otra trinchera de combate, en el escenario de la construcción de una nueva sociedad, donde impere la dignidad, la justicia social y la paz. Lo asumimos con responsabilidad, decoro y orgullosamente de cara al pueblo colombiano. Somos parte de él, de ahí venimos y por él luchamos.

PRISIONEROS DE GUERRA DE LAS FARC-EP

¡HEMOS JURADO VENCER Y VENCEREMOS!

15 de Marzo de 2012



Roméo Langlois antes de ser liberado







Roméo Langlois antes de ser liberado
Viernes 15 de junio de 2012
En medio de la confusión sobre el paradero del periodista francés, y mientras se creaban comisiones diplomáticas para liberarlo, dos corresponsales internacionales no tuvieron problema para internarse en las selvas del Caquetá y entrevistarlo aún cautivo.
El fotógrafo Carlos Villalón cuenta la odisea que vivió y destapa la historia detrás de la retención del comunicador. Imágenes y declaraciones inéditas en www.cromos.com.co

                                                     *  *  *

“La primera noticia que me llegó de Roméo fue el sábado 28 de abril: se decía que estaba muerto. Con su socio y amigo Simone Bruno, averiguamos con los militares y supimos que estaba perdido. Había dos opciones: o estaba muerto o lo tenían los guerrilleros. Cuando se supo de un extraño comunicado que el Frente 15 hizo llegar a una emisora, en el que lo declaraban prisionero de guerra, decidimos con mi amigo Karl Penhaul buscar a las Farc. Queríamos decirles que Roméo era periodista, estábamos seguros de que así todo se aclararía.
Roméo Langlois antes de ser liberado
El jueves 3 de mayo partimos a algún lugar en el Caquetá. Nos fuimos en el carro de Karl, que es bueno para transitar por trochas. Nos encontramos, después de una década de victorias y derrotas en el conflicto, con viejos conocidos, altos mandos del Bloque Sur de las Farc. Les aclaré que Roméo era mi amigo, que era francés y que ya había hecho trabajos con la guerrilla, que había entrevistado a Raúl Reyes y había hecho contactos con ellos en el Cauca y en Antioquia. Se mostraron sorprendidos y dijeron que esa situación cambiaba el estatus de Roméo, que ellos pensaban que era gringo o israelí y que era de la DEA.
En ese momento, expedieron un comunicado, que se conoció el domingo 6 de mayo, en el que aceptaron que Roméo sí era periodista. Le mandamos a él la razón de que queríamos verlo.

YO SABÍA QUE PODÍA TENER interlocución con los comandantes guerrilleros porque desde que llegué a Colombia en tiempos del proceso de paz del Caguán, hice contactos con las Farc y ellos conocían mi trabajo. Desde mi llegada me impresionó mucho que en esa zona la pasta de coca fuera utilizada como dinero. Así que obtuve permisos de Fabián Ramírez y Sonia para entrar a esos pueblos y corroborarlo. Publiqué reportajes en The New York Times, Boston Globe, San Francisco Chronicle y varias revistas en Europa. Al final hice una historia general que se publicó en julio de 2004 en National Geographic. La portada llevaba por título Cocaine Country, y en español, Cocaína.
Les pedimos a los comandantes que, si ya estaba clara la situación de Roméo, lo dejaran libre; nosotros lo llevaríamos a Florencia. Uno de ellos estuvo de acuerdo, pero advirtió que ya era tarde. Explicó que cuando los gobiernos francés y colombiano se metieron a hacer declaraciones, enredaron todo. Estaban molestos porque había declaraciones en contra de ellos diciendo que habían incumplido su promesa de no secuestrar. Según él, Roméo nunca estuvo secuestrado. Simplemente, dijo, estaban investigando a un combatiente que se había entregado a sus tropas en el campo de batalla; además, estaban obligados a curarle las heridas y ponerlo en lugar seguro, mientras determinaban quién era. Aclaró que el tema ya estaba en manos del Secretariado y que cualquier decisión se tomaría muy lentamente. ‘Roméo no se puede ir con ustedes’, concluyó.
Quedamos frustrados. Volvimos a Caquetá el 15 de mayo. Hicimos una entrevista a Colacho, uno de los comandantes del Frente 15, uno de los que dirigió el combate en el que cayó retenido Roméo. Nuestra idea era desentrañar lo que había pasado, porque había mucha confusión. El general Navas había dicho que eran 15 los policías muertos, luego que eran cuatro; la guerrilla dijo que fueron 17 y luego que 22. No parecía ser cierto eso de que en el laboratorio que destruyeron había 400 kilos de cocaína.
Según los pobladores de la zona, para producir un kilo de base de coca se necesitan 50 arrobas (568 kilos) de hoja de coca. Para producir esos 400 kilos reportados, se habrían necesitado más de 227 toneladas de hoja, lo cual dejaba dos conclusiones: o Roméo había aterrizado en un megacomplejo de cocaína o las cifras oficiales no cuadraban.

SIGUIENDO INDICACIONES DE LOS MANDOS guerrilleros, transitamos durante dos días por caminos de herradura que conectaban caseríos que no figuraban en ningún mapa. Un olor particular permeaba las calles. La pobreza era tal que muchas veces resultaba más fácil conseguir un gramo de coca que un billete de cinco o diez mil pesos. En los últimos años, los lugareños han intentado subsistir con el queso fabricado con la leche de vacas raquíticas. La tala de la selva para alimentar a los cocainómanos del mundo ha producido estragos y las lluvias torrenciales convierten los caminos en trampas naturales.
Salimos en busca de Roméo. Cuando se acabaron las trochas, caminamos y luego continuamos en mulas. De fondo, el ruido ocasional de helicópteros militares. Ya era 25 de mayo. Fue emocionante verlo. Estaba más flaco de lo que lo vi días antes de su secuestro en un café de La Macarena. Aseguró que no sabía en calidad de qué estaba allá, porque le habían pedido disculpas y le habían dicho que era invitado. Hablamos durante horas sobre el combate y sus apreciaciones sobre la lucha antidrogas. Grabamos una entrevista y un mensaje en francés para su familia. Mencionó su conversion religiosa que duró escasos cinco segundos y de los dos eternos instantes en los que decidió quitarse el chaleco antibalas y rendirse ante un grupo de jóvenes guerrilleros. La entrevista fue maravillosa, fue una reflexión muy personal. Acordamos que la publicaríamos cuando él estuviera libre.
Poco antes del anochecer, la guerrilla nos informó que tenían que irse con nuestro amigo. ‘Macondiano, esto es loco, muy colombiano’, dijo Roméo sacudiendo su cabeza.
Después de la entrevista, fuimos a recuperar el carro porque se había quedado enterrado en uno de esos caminos. Yo nunca en mi vida había visto algo semejante. He viajado mucho por los lugares más apartados de este continente, pero esos caminos que tuvimos que recorrer no son carreteras, no son trochas, no son nada, no tienen nombre. Como a las diez de la noche logramos recuperarlo. En el camino a Florencia nos enterramos otras cinco veces, teníamos que buscar palos y piedras para hacer palancas. Fue una odisea increíble.

SUPIMOS QUE LA INTENCIÓN de la guerrilla era liberar a Roméo el 27 de mayo, día del 48 aniversario de las Farc, pero nos informaron que para esa fecha no alcanzaban a sacrificar las vacas e invitar a las delegaciones. La nueva fecha era 30 de mayo. Sería en San Isidro, así que resolvimos devolvernos.

Salimos de Florencia a las cuatro de la tarde y llegamos a la una de la mañana. Entre Unión Peneya y San Isidro hay 17 kilómetros y nos demoramos más de cuatro horas. Fue agotador.
El pueblo tiene una sola calle de 300 metros bordeada por unas 50 casas de madera y se notaba que algo iba a pasar. Había mucho movimiento, una excitación general. En la escuela estaban construyendo una tarima, ya habían matado cuatro vacas y venían dos más en camino; los campesinos decían que llegarían dos mil personas. Ya era 29 de mayo. Pasadas las seis de la tarde, hora en que oficialmente se suspendían las operaciones militares, empezó a llegar la guerrilla.
No veíamos esa imagen desde el Caguán: los guerrilleros caminando por las calles, conviviendo con los civiles, comiendo helado. No se veía mucha sorpresa en los campesinos. Por el contrario, aseguraban: ‘El Gobierno solo viene a echarnos veneno (glifosato) y plomo, no han hecho las carreteras ni las arreglan, nos están matando de hambre. Nuestro gobierno es la guerrilla’. También es claro que en estos pueblos del Caquetá viven muchas personas que son familiares de guerrilleros. La gente vive de la coca, ¿qué más pueden sacar por esos caminos?
Ese fue un tema recurrente. Los otros periodistas que llegaron a la liberación, de AP, AFP, Telesur, todos hablaban de la tortura de transitar por esas trochas.
Para la liberación llegaron muchas camionetas con civiles. Supongo que las Farc invitaron gente de las veredas; lo cierto es que la carne de las seis vacas no alcanzó para todos. Según ellos, había más de 2.000 personas. La única panadería del caserío se quedó sin pan, ya no había comida.
ROMÉO APARECIÓ COMO A LAS TRES de la tarde, con una cámara de video que le había prestado la guerrilla. Ya llevábamos varias horas de discursos, después del himno de Colombia y del himno de las Farc. Lo sentaron en una mesa con Piedad Córdoba y el delegado de la Cruz Roja, y enseguida se puso a filmar.

Roméo Langlois liberado
Habló la mamá de un guerrillero que murió en el enfrentamiento donde cayó Roméo. Fue muy emotivo porque ella decía que sentía lo mismo que la madre de los soldados que mueren en los combates. También habló el campesino dueño del laboratorio de procesamiento que fue quemado antes del combate y contó que era una pequeña cocina y que no tenía cómo procesar 400 kilos de base, y menos cocaína. Fueron casi cinco horas. Todo terminó cuando Roméo se subió a los carros de la Cruz Roja.
Las Farc aprovecharon la entrega de Roméo para dar a conocer su postura frente al conflicto. Llevaban más de 10 años metidos en el monte sin dar una declaración. No se sabe qué piensan, el país no entiende qué pasa con ellos. Querían aprovechar ese acontecimiento para mandar un mensaje. Hablaron de su aniversario, le pidieron perdón a Roméo y Jairo Martínez habló de la paz. Cuando hay un conflicto la gente usa los medios para enviar su mensaje, todos lo hacen, los gobiernos, los políticos. Creo que la principal crítica para las Farc no es el show que hicieron ese día. Hay cosas realmente más graves.
ES LA PRIMERA VEZ QUE LA VÍCTIMA es un amigo mío, un colega. Yo me preguntaba: si uno va a África y le hace fotos a la gente que muere de hambre, o en un conflicto cualquiera toma fotos después de una bomba o habla del sufrimiento de la gente, ¿por qué uno no lo puede hacer con un colega? ¿Cuál es la diferencia? No lo sé. Lo cierto es que este trabajo hizo que me confrontara mucho sobre lo que debía hacer. Hasta ahora nadie ha visto la entrevista, pero yo estoy muy satisfecho porque logré mi meta, llegué a la persona que todo el mundo quería ver”.
El reportero de esta odisea: Carlos Villalón
Es: Fotógrafo 
Edad: 46 años
Nacionalidad: Chileno
Lleva 12 años viviendo entre Colombia y Nueva York. Llegó al país a cubrir los diálogos de paz del Caguán como corresponsal de Getty Images, pero se interesó en el tema de la coca al ver que muchos pueblos caqueteños usaban la base como medio de pago. Ha publicado estos trabajos en The New York Times, Boston Globe, San Francisco Chronicle, National Geographic, Newsweek, The Guardian, The London Times, entre otros. “Me he dedicado a la problemática de la coca y la cocaína, y he viajado por América Latina para comprobar cómo esa planta, sagrada para algunas culturas, ha marcado la historia de este continente. La leyenda indígena dice que “Dios les quita la hoja a ellos y se la da al hombre blanco y que eso traerá ríos de sangre”. En los últimos años ha viajado a México, Bolivia, Perú, Chile. Dentro de sus planes está hacer un libro y abrir la discusión sobre el narcotráfico y la legalización en América Latina.
Fotos y texto : Carlos Villalón/ Video: Karl Penhaul y Carlos Villalón | Cromos.com.co


sábado, 23 de junio de 2012

Crónica de Iván Márquez (FARC-EP): Mancuso acusa al poder




Mancuso acusa al poder

Iván Márquez
Por Iván Márquez
Integrante del Secretariado de las FARC-EP

Caracol Noticias realizó hace poco una impactante entrevista telefónica al jefe paramilitar, Salvatore Mancuso, recluido en una prisión de los Estados Unidos, en la que expresó verdades relevantes que no debieran ser ignoradas por las autoridades judiciales del país.

Sin ocultar su miedo a Uribe Vélez, Mancuso acusa al poder. Con un dejo de tristeza, todavía desconcertado, se queja amargamente del engaño y la traición de su hermano en el crimen, ese presidente paramilitar y mafioso que gobernó a Colombia durante ocho años. En efecto, cuando los jefes paramilitares empezaron a confesar sus verdades en los tribunales, Uribe los extraditó a los Estados Unidos para silenciarlos. No quería que en aras de la verdad trascendieran los nombres de empresarios, generales y de altos dignatarios del Estado que manejaban con invisibles hilos a los Castaño, a Mancuso, a Jorge 40, y a toda esa jefatura ensangrentada, como inspiradores en la cúpula, de la estrategia paramilitar y su carga de crímenes de lesa humanidad.

El establecimiento no quiere la verdad. Su prioridad afanosa es eludir su responsabilidad jurídica y evitar que la nación en masa lo señale, le exija reparación, garantías de no repetición y lo conmine a la depuración de las instituciones. Debieran encargarle a Roy Barreras el diseño de un marco jurídico especial que difumine sus temores.

Insistió el señor Mancuso en su comparecencia radial, que es erróneo y absurdo el mensaje para los procesos de paz que se está enviando desde la administración anterior, que habla de un gobierno que no cumple la palabra empeñada, que engaña, que miente. No es justo, dice, que no se le informe al país que el camino de la paz está minado por el engaño y la traición.

Para el gobierno verdad, justicia y reparación son apenas palabras vacías que solo se conjugan con el engaño. Solamente están en prisión, y desterrados, los cabecillas paramilitares, algunos parlamentarios de poca monta de la bancada uribista, pero no aparecen por ningún lado los autores intelectuales, los diseñadores de la estrategia.

Mancuso & Uribe, dos hombres de dos lados de la misma moneda.

Uribe tuvo relaciones íntimas con el paramilitarismo. Con un poco de temblor, hay que admitirlo, Mancuso se atreve a confesar que se reunió varias veces con él. Que es cierta la denuncia de Fabio Ochoa Vasco (capo del cártel de Medellín, encarcelado en EE.UU.) sobre la financiación paramilitar de las campañas presidenciales de Uribe. Que Álvaro y su hermano Santiago Uribe manejaban a los “doce apóstoles”, el grupo paramilitar que asoló el norte de Antioquia. Que el entonces gobernador de ese Departamento, Álvaro Uribe, a través de su secretario de gobierno, Pedro Juan Moreno, utilizó a las Convivir (Cooperativas de vigilancia) como trampolín para el crecimiento y fortalecimiento del paramilitarismo.

Muy grave, desde el marco constitucional que rige a Colombia, que el ex presidente a través del senador Mario Uribe y de su consigliere José Obdulio Gaviria, haya intentado tumbar a la Corte Suprema de Justicia para montar una corte Ad hoc manipulable y de bolsillo. Típico de la conducta de los gángsteres y mafiosos.

Cuando se afirma que un paramilitar ocupó también la Vicepresidencia de la República, Dios y Francisco Santos saben que eso es verdad. Lo dice Mancuso, quien siendo cabecilla activo pasó varios días como huésped de honor, en su residencia de Bogotá: fue ese Santos, quien pidió insistentemente a Carlos Castaño crear el Bloque Capital del paramilitarismo para ayudar a contener el avance de la guerrilla. Castaño le ofreció la comandancia del Bloque y le propuso asumir como relacionista de los paramilitares...  La justicia no puede seguir actuando en forma tan desentendida. El hombre sigue como si nada, perorando en los micrófonos de RCN.

Enredados más que nunca con el paramilitarismo el

primer Santos, Francisco, Uribe y el segundo Santos,
Juan Manuel, el actual presidente en Colombia
Otra denuncia concreta de Mancuso es que el general Mario Montoya, nombrado en su momento por Uribe como comandante del ejército, era un general paramilitar. No sólo les entregaba cargamentos de armas, sino que participa con los paramilitares en acciones conjuntas, como la de la Comuna 13 de Medellín donde resultaron muertos y desaparecidos centenares de pobladores. Siempre ocurrió que cuando los peones del “sumo pontífice” paramilitar quedaban en evidencia, éste, para salvarlos, los enviaba al servicio diplomático exterior. Montoya terminó siendo embajador en República Dominicana.

Es hora que se sepa quiénes son esos integrantes del ejército que entregaron al cabecilla Carlos Castaño la información que causó el asesinato de Jaime Garzón. Quiénes fueron los generales, que como macabra “solución técnica”, recomendaron a Mancuso, para evitar el escándalo por tantas muertes en el Catatumbo, que inhumara y volviera cenizas a las víctimas en hornos crematorios.

Obreros bananeros en Ciénaga, víctimas por el paramilitarismo
que cobraba tres centavos de Chiquita por cada caja exportada.
Fueron asesinadas directiva tras directiva sindical en una guerra
ejecutada de la alianza estado-transnacional-paramilitarismo.
Según Mancuso, y no sólo él, muchos empresarios del país y multinacionales financiaron al paramilitarismo. La Chiquita, que es la razón social tras la que se esconde la misma United Fruit Company, autora de la masacre de las bananeras en 1928, y la Dole, por ejemplo, aportaron 3 centavos de dólar por cada caja de banano exportada. Como Postobón, otras empresas nacionales entregaron recursos voluntariamente a los paramilitares. Generales como Rito Alejo del Río les recomendaron contactarlos. Pero aquí no pasa nada.

Respecto al paramilitarismo, la impunidad como maleza invadió a Colombia y amenaza hundirla en las tinieblas del olvido. El ex presidente Álvaro Uribe Vélez, el paramilitar, el agazapado principal responsable de los “falsos positivos”, todo el tiempo ha obstruido la justicia y conspirado contra los tribunales que no se le subordinan. Tiene escondido en la clandestinidad a su consejero embaucador Luis Carlos Restrepo quien es requerido por la Fiscalía. Dejó atrincherado como embajador de Colombia en el Vaticano al responsable de las chuzadas telefónicas. Urdió el asilo en Panamá de la ex jefe del DAS, María del Pilar Hurtado, también ligada como sus antecesores al paramilitarismo y a muchas otras podredumbres.

Quítenles la mordaza a los jefes paramilitares extraditados a los Estados Unidos para que el país conozca la verdad verdadera. Uribe ya fatiga con su cantilena rayada de la “venganza de los criminales” cuando algún capitoste paramilitar traicionado resuelve decir la verdad.

Cada vez que sale a bailar su nombre en alguna causa criminal, emite trinos distractores, fundamentalmente contra la insurgencia, que no son trinos sino graznidos de pájaro de la violencia de los años cincuenta.

Colombia tiene derecho a salir de la horrible noche, a sacudirse de los gobiernos victimarios, a buscar alternativas políticas y sociales, a procurarse un nuevo gobierno que se distinga por el respeto a los derechos ciudadanos y que privilegie la humanidad.

Montañas de Colombia, junio 17 de 2012

jueves, 21 de junio de 2012

Comunicado de las FARC-EP rechazan propuestas de Santos e insiste en el diálogo político

Santos o su diario interpretó mal la voluntad de paz de la insurgencia.



Comunicado de las FARC-EP rechazan propuestas de Santos e insiste en el diálogo político

FARC-EP: “La solución política al conflicto colombiano es parte inseparable de nuestro acervo ideológico y político”


ANNCOL / 2012-06-21 / En un comunicado llegado a nuestra redacción, las FARC-EP comentan y rechazan las palabras del presidente Juan Manuel Santos, el 11 de junio, en la Escuela Militar José María Córdoba.

En ese evento, el mandatario de los colombianos hizo entender que la única solución al conflicto social y armado de medio siglo es la militar o la capitulación por parte de la insurgencia.

La guerrilla de las FARC-EP rechaza tal actitud:

“La retórica de Santos pone cada día más al desnudo su verdadero contenido. El único acuerdo de paz que espera es un contrato de adhesión, en el que una guerrilla arrepentida y llorosa se rinde de rodillas ante el gran capital, agradecido de haber sido perdonada como el hijo pródigo”.

Guerrilleros de las FARC-EP preparándose para el desayuno.


EL SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL de las FARC-EP  además considera “elitista y soberbia” la “actitud oligárquica, que pretende centrar el debate en si el Comandante de las FARC puede ser o no congresista, como si se tratara de que la lucha del pueblo colombiano y la insurgencia apuntara apenas a una simple reinserción a su podrido régimen político”.

Según los siete comandantes del Secretariado “la solución política al conflicto colombiano es parte inseparable de nuestro acervo ideológico y político, no es el producto de ninguna presión militar. Las FARC-EP somos pueblo colombiano en armas, seguimos combatiendo y seguiremos combatiendo hasta que desaparezcan las causas que dieron origen y siguen alimentando el conflicto colombiano. Nuestra voluntad de paz se enmarca en ese criterio elemental”.

A CONTINUACIÓN EL COMUNICADO EN SU TOTALIDAD: 

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FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA-EJÉRCITO DEL PUEBLO (FARC-EP)

Declaración pública


En torno a la paz y la solución política al conflicto interno Juan Manuel Santos, en una nueva muestra de desespero, expresó ante el país el pasado 11 de junio, en la Escuela Militar José María Córdoba, que si las guerrillas estábamos hablando de paz era gracias a la contundencia de las Fuerzas Armadas. Y añadió otra manifestación que dice mucho de su compromiso con la reconciliación y la paz democrática: sólo se producirá la posibilidad de diálogos cuando se tenga la seguridad de que estos se realizarán “bajo nuestras condiciones y nuestro dominio".

Tan disparatada interpretación de la realidad pone de presente la concepción que inspira el discurso oficial. La vía pacífica, democrática, dialogada, para solucionar el gravísimo conflicto que aqueja a Colombia, ha sido bandera de las FARC desde su nacimiento. La levantó el movimiento agrario de Marquetalia al conocerse en1962 la proyectada agresión oficial. La guerra, el aplastamiento violento de la organización popular y la oposición política, ha sido el histórico mecanismo de dominación de la oligarquía colombiana y su amo imperialista.


Jorge Briceño, “El Mono”, con su declaración en donde subraya que “Jamás hemos
proclamado el principio de la guerra por la guerra, nuestros objetivos son los de lograr
cambios profundos en la estructura del país”, y concluye; “No nacimos para ser
vencidos, sino para vencer”
. Obra de la guerrillera INTI MALEYWA.

La intolerancia del régimen se corresponde con los intereses hegemónicos del gran capital transnacional, expresados para nuestro continente desde el llamado Consenso de Washington. Libre comercio, privatizaciones, flexibilización laboral, apertura total a la inversión extranjera directa, es decir, la más pura ortodoxia neoliberal en el campo de la economía, requiere para su imposición la absoluta dominación ideológica y cultural en el campo de la política.

El extraordinario esfuerzo de Santos por entregar en lotes el territorio nacional a las corporaciones mineras y agroindustriales, su desprecio por las condiciones de vida de las comunidades y las condiciones laborales de la mano de obra colombiana, sus reiterados privilegios al gran capital en desmedro del medio ambiente y la producción nacional han sido convertidos en dogmas sagrados. A nadie se le permite ponerlos en duda o discutirlos. Se trata ni más ni menos que de los derechos del capital, mucho más importantes que los derechos de la sociedad, los derechos humanos o cualquier otra categoría de derechos.

Si hasta hoy, pese a los sucesivos espacios conquistados por la lucha popular para hablar de paz en los últimos 30 años de historia, ha sido imposible llegar a un acuerdo de solución dialogada, ha sido precisamente por la negación de las clases dominantes a admitir la mínima variante en sus proyectos de dominación económica y política. Eso vuelve a ponerse de presente con el actual gobierno.

Una de las víctimas del Terrorismo de Estado colombiano, una mujer asesinada en el
barrio Policarpa en el municipio de Apartado solo por ser militante de la Unión Patriótica,
movimiento político fundado en el 1985 como resultado del acuerdo de Cese de Fuego entre
el gobierno de Belisario Betancourt y las FARC-EP. Pero el estado cometió a un
genocidio político contra la UP, asesinando casi 5.000 de sus mejores cuadros.

Lo que el régimen pretende a costa de las FARC y de los derechos de la inmensa mayoría de compatriotas es relegitimar ante el concierto mundial su modelo terrorista de Estado. Borrar de un plumazo la horrible y larga noche de crímenes y horror mediante la cual el gran capital y los terratenientes, representados en los poderes públicos, han acumulado fortunas y propiedades para adelantar sus gigantescos proyectos de enriquecimiento. Por ello se escuda hipócritamente en una supuesta intervención de la justicia internacional en contra de los alzados.

No son los guerrilleros colombianos quienes deben responder por las prácticas atroces y genocidas que el Estado colombiano, por mano de sus fuerzas armadas oficiales y paramilitares, bajo la orientación de las agencias de inteligencia norteamericanas y el Pentágono, se ha encargado de practicar de modo sistemático contra su población durante muchas décadas.

No va a ser a costa de acusaciones infamantes y gratuitas contra la lucha popular, que los gorilas y monstruos que han ensangrentado y sembrado de tumbas a Colombia van a salvar su responsabilidad, como de modo cínico se consagra en el llamado marco legal para la paz. El descaro del Congreso que lo expide se refuerza con la vergonzosa reforma judicial recién aprobada a instancias del gobierno.

La retórica de Santos pone cada día más al desnudo su verdadero contenido. El único acuerdo de paz que espera es un contrato de adhesión, en el que una guerrilla arrepentida y llorosa se rinde de rodillas ante el gran capital, agradecido de haber sido perdonada como el hijo pródigo. Un ícono económico, militar, ideológico, político y cultural para sellar material mente su dominación de clase ante la sociedad entera, el triunfo hegemónico del capitalismo salvaje.

Juan Manuel Santos marcha al mismo ritmo como sus generales, dicen las FARC. En la foto,
de Andrés Piscov-SIG, Santos pasa revista a las tropas durante la ceremonia de ascenso
de 163 cadetes del Ejército al grado de subtenientes, que se llevó a cabo el 11 de junio en
la Escuela Militar José María Córdova, en Bogotá.

Tan elitista y soberbia es su actitud oligárquica, que pretende centrar el debate en si el Comandante de las FARC puede ser o no congresista, como si se tratara de que la lucha del pueblo colombiano y la insurgencia apuntara apenas a una simple reinserción a su podrido régimen político.

Ahora se intenta poner al señor Uribe a desempeñar el papel que en su tiempo jugara el senador Álvaro Gómez Hurtado, como una especie de símbolo de la ultraderecha al que había que manejar con cuidado y complacer, así no se estuviera de acuerdo con él en todo. El Partido Liberal compartía el poder con el hijo de Laureano, tal y como hace Santos con su publicitado rival hoy. El pueblo colombiano aprende de la historia, la oligarquía parece que no, e insiste en repetirla neciamente.

Más claro no podemos hablar. La solución política al conflicto colombiano es parte inseparable de nuestro acervo ideológico y político, no es el producto de ninguna presión militar.



Las FARC-EP somos pueblo colombiano en armas, seguimos combatiendo y seguiremos combatiendo hasta que desaparezcan las causas que dieron origen y siguen alimentando el conflicto colombiano. Nuestra voluntad de paz se enmarca en ese criterio elemental. El régimen político, el manejo económico y social del país requieren profundas reformas que deben nacer del debate abierto y democrático con todas las fuerzas del país. No entendemos por qué si Santos desea tanto la paz le tiene tanto temor a eso.

Ahora habla de drones y otras locuras, como si lo que Colombia requiriera fuera de más muertes y derroche. Lo que la nación colombiana está reclamando a gritos en calles y plazas es que se abran las puertas del diálogo y la reconciliación, que se le dé la real oportunidad y el derecho a hablar, a exponer, a movilizarse y decidir acerca del futuro del país.

SECRETARIADO DEL ESTADOMAYOR CENTRAL DE LAS FARC-EP
Montañas de Colombia, 22 de junio de 2011

VIDEO: Estudiantes celebrando el 48 aniversario del nacimiento de las FARC-EP


Estudiantes milicianos en el techo de la Universidad Nacional de Bogotá, celebrando
el 48 aniversario del nacimiento de las FARC-EP.



El Movimiento Bolivariando
Estudiantes de la Universidad Nacional en Bogotá hacen homenaje a los 48 aniversario de las FARC-EP en el mes de mayo pasado. Se enfrentan con los Comandos ESMAD, órgano de represor al pueblo colombiano.

Video de 4 minutos: http://youtu.be/eXvlXe_IQbA

martes, 19 de junio de 2012

Saludo de las FARC-EP al evento ‘Lucha anticapitalista, Prisioneros políticos y de guerra’, organizado por Patria es Solidaridad

VIDEO: http://www.youtube.com/watch?v=mbX-0vaJArY&feature=player_embedded#!

Saludo de la Comisión de Atención a los Prisioneros de Guerra de las FARC-EP, al foro: Lucha Anticapitalista, Prisioneros y Prisioneras Políticas y de Guerra, realizado el 15 de Junio de 2012 en la ciudad de Caracas, por la Asociación Bolivariana de Asuntos Humanitarios Patria es Solidaridad. LEER MÁS

domingo, 17 de junio de 2012

La paz con justicia social es posible, luchemos por ella, No 45.

Masacres en el nombre de la "Democracia más antigua de LA.

La paz con justicia social es posible, luchemos por ella

Por: Juan Leonel Pérez
El presidente Juan Manuel Santos insiste en buscar la salida militar al conflicto social y armado que vive Colombia desde hace 67 años, a pesar, que la tozuda historia nos muestra que esto es imposible.
Son 48 años de existencia de las FARC y el ELN, y, 67 años desde 1945, que el Estado colombiano, decidió acabar con la oposición por medio de la violencia.
Lo único que han logrado es desangrar al país, generar odios y abrir heridas muy difíciles de sanar, son más de diez presidentes liberales y conservadores, que han prometido e intentado aniquilar a la guerrilla sin tener éxito.
Han enajenado la soberanía y la dignidad de patria ante el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y todo ha sido en vano, todos los planes han sido un fracaso.

HOY LA INSURGENCIA SIGUE MÁS FUERTE que hace diez años atrás a pesar de la inversión millonaria que han hecho los llamados países desarrollados para los planes de guerra entre ellos el Plan Colombia.
La única salida posible a ésta guerra deshumanizada es el diálogo, la salida política, donde las partes, inmersas en el conflicto participen sin condiciones: el pueblo colombiano en todas sus expresiones sociales, políticas y populares, los empresarios, el Estado y el establecimiento, los medios de comunicación que estén por una salida política y desde luego la insurgencia.
La guerra lo único que deja es el derramamiento de sangre, de lágrimas y dolor en los familiares y amigos de las víctimas.
A continuación los resultados de los combates entre la insurgencia de las FARC y los militares colombianos, del 20-05 al 7-06 de 2012.

Guerrilleros del Bloque Sur de las FARC-EP.
20/05: Varias acciones de las FARC en el norte de Antioquia: En Sabanalarga atacado el comando de policía y destruido un bus, y las autoridades decretan toque de queda.
21/05: FARC atacan con morteros en Teorama, Norte de Santander: 5 policías heridos.
21/05: Frente 59 de las FARC ataca al Ejército cerca de Maicao, Guajira: al menos 12 militares muertos, entre ellos 2 suboficiales, y 4 heridos.
25/05: FARC sabotean oleoducto de Ecopetrol en Puerres, Nariño, paralizando el bombeo de crudo.
25/05: FARC atacan estación de policía de Túquerres, Nariño: 2 muertos y 7 heridos.
02/06: Varios ataques de las FARC en Nariño: En Roberto Payán, un campo minado dejo heridos a 8 uniformados; en Chilví, 1 agente herido por ataque a estación de policía, que quedó semidestruida; cargas explosivas entre Pasto y Tumaco; artefacto lanzado contra instalaciones petroleras en Tumaco.
Los presos y presas políticas requieren de tu solidaridad, tenemos que denunciar la existencia de más de 7000 presos por esta causa en Colombia.
La solidaridad es la ternura de los pueblo.
Che Guevara.

El dibujo esta hecho por la guerrillera INTI MALEYWA y hace parte de una extensa exposición que la llamó "La Resistencia Exposición Virtual de arte Guerrillero". ANNCOL presentará varias de sus obras que es una parte desconocida de la guerrilla para la gran mayoría del pueblo colombiano.


Los colores de la violencia
 

No existe violencia sin apellido, y la que impera en Colombia, tiene  el sello característico de oligarquía: Es violencia bipartidista, violencia paramilitar, terrorismo de estado. En desarrollo de dicha máxima, aplicada como pedagogía del miedo, por más de medio siglo han teñido de rojo los ríos de la patria y convertido a Colombia en una enorme fosa común donde reposan los sueños truncados de miles de colombianos humildes que exigieron al estado sus derechos. Los colores de la violencia es la denuncia que a través de su mágica pintura hace Inti Maleywa como un retrato de la Colombia que le tocó vivir, pero es al mismo  tiempo el compromiso con su pueblo, con la Colombia Nueva que  lleva en sus colores y que renace constantemente en cada trazo de su pintura subversiva.