domingo, 30 de septiembre de 2012

El presupuesto de la Justicia Social. Escribe el Frente 36 (FARC-EP)


Mientras los generales y el MindDefensa sostienen que el presupuesto militar será
igual 
con una Colombia en paz, los niños en el matadero de Ciénaga se preguntan¿cuando el derecho de acostarse en la noche sin el estómago vacío será una realidad?



Por Frente 36 de las FARC-EP
LA CALCULADORA DE LA OLIGARQUÍA tiene pocos ceros para presupuestar la Paz con Justicia Social. Cosa distinta a cuando proyecta sus ganancias, los beneficios de las multinacionales y el dinero que gasta en la guerra contra el Pueblo. Cuentas van y cuentas vienen en el marco de las conversaciones para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera.
“El presupuesto militar debe mantenerse así se consiga la paz” dijo el tecnócrata de la defensa Juan Carlos Pinzón. La presidenta de ASOBANCARIA María Mercedes Cuellar, calculó “los sacrificios para la paz en uno o dos puntos del PIB”. Para el delfín presidente del Partido Liberal, Simón Gaviria, “con los 206 billones de pesos que Colombia invierte en la guerra, el país puede ser otro.”.
A su turno, el conservador Juan Gabriel Uribe, ministro del ambiente, sostuvo que “reforestar zonas destruidas por guerra y narcotráfico vale $1,5 billones.” Y el copresidente de la Comisión de Paz de la Cámara de representantes, Joaquín Camelo Ramos, anunció que en el presupuesto general de la nación se incluirán facultades al Jefe del Estado para apropiar los recursos necesarios para financiar el proceso de negociaciones.”
ESTAMOS CLAROS de que no es tan sencillo como preguntar ¿Cuánto vale la paz? Dicho de otra manera, la Justicia Social no se alcanza solo con dinero. A esta se llegará también con la innovación en las formas y los procedimientos tanto para administrar y controlar el Estado y el poder, como en los enfoques humanistas en la atención a los problemas sociales, el aprovechamiento responsable de los recursos naturales y la responsabilidad con la ecología en general. Es decir, la Paz con Justicia Social exige cambios estructurales que van más allá de su expresión material en el presupuesto.
No obstante, estamos claros además de que una parte importante de la Justicia Social debe ser calculada en términos cuantitativos y presupuestales, sobre todo a la hora de aplicar principios como la gratuidad, la igualdad, las coberturas universales, y otros orientados hacia las prioridades de las mayorías para saldar la deuda social. En ese sentido por ejemplo, la Plataforma Bolivariana propone que “el 50% del presupuesto nacional será invertido en el Bienestar Social.”
Si bien entonces cambiar las prioridades del Estado hace parte de la dimensión cualitativa, pues conceptualmente responde a otro proyecto de sociedad, los cambios también se verán reflejados en el presupuesto. Las nuevas leyes y los planes de desarrollo no pueden tener contenidos sin posibilidad de ejecución. Desde esta perspectiva, el presupuesto nacional en la Nueva Colombia deberá crecer y tendrá otra distribución.
A MANERA DE EJEMPLO, si tenemos en cuenta el presupuesto de 2013 discutido por estos días en el legislativo, podemos observar dos rubros que deberán ser trasformados y con ello reflejar los abonos correspondientes a la Paz con Justicia Social. Nos referimos a la deuda externa y al gasto militar. Aunque debemos aclarar siempre en éste punto que el gasto militar es casi imposible calcular pues la guerra del Estado colombiano no es solo financiada con el presupuesto del Ministerio de Defensa, y por el contrario el Estado en pleno tiene tareas en la confrontación.
En términos oficiales, “El Presupuesto para 2013 aumentará 12,2% frente al de 2012, pasando de $165,4 billones a $185,5 billones. Sin considerar el servicio de la deuda, el Presupuesto propuesto aumenta 9,4%. El servicio de la deuda crece en 21,3%, pasando de $38,7 billones en 2012 a $47 billones en 2013. A esto se suman los 27 billones asignados para el Ministerio de Defensa. Nada más en personal se gasta un poco más de 11 billones, más de la mitad del total de gastos de personal de todo el Estado. En suma, con en el servicio de la deuda y el dinero de mindefensa, sale la cifra de 74 billones de pesos, cerca del 40% del presupuesto nacional.
Así las cosas, en la Paz con Justicia Social no solo crecerá el presupuesto con nuevos recursos, por ejemplo con el principio de el que más tiene más paga, con la renegociación de los contratos de explotación de los recursos naturales que son lesivos para los intereses nacionales, objeción al pago de la Deuda Externa en aquellos préstamos viciados de dolo en cualquiera de sus fases. Para los otros casos se planteará una moratoria en el servicio. Todo esto sumado al desmonte de la máquina de terror que el Ministro Pinzón quiere seguir manteniendo.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Entrevista: “Intentar hablar bajo las balas y los bombardeos, es un riesgo muy grande”


Carlos Aznárez entrevista a Ricardo Téllez.



“Siempre es peligroso dialogar bajo fuego. Intentar hablar bajo las balas y los bombardeos, es un riesgo muy grande”

Por Carlos Aznárez, director del periódico Resumen Latinoamericano, entrevista en la Habana a Ricardo Téllez, integrante de la delegación negociadora de las FARC-EP

La Habana / Septiembre 2012 / A muy pocos días de las conversaciones de paz entre el gobierno colombiano y las FARC, el integrante de la dirección de esa organización guerrillera, Comandante Ricardo Téllez (Rodrigo Granda), señaló que “el convencimiento del gobierno de Juan Manuel Santos de que no podían ganar la guerra en forma rápida los llevó a dialogar”. Téllez, al que también se lo conoce como el “Canciller de las FARC”, lleva en la insurgencia desde 1980, y mucho antes ya había pasado a la clandestinidad por su militancia en el partido Comunista de su país. Confesó que un momento muy difícil de las conversaciones exploratorias que comenzaron en 2010, se dio cuando primero fue asesinado el comandante Jorge Briceño (Mono Jojoy), y luego lo mismo ocurrió cuando cayó en combate el máximo referente de las FARC, Alfonso Cano. “Allí nos vimos obligados a evaluar si tomábamos la decisión de seguir o pateábamos el tablero. Sin embargo, nos dimos cuenta que el objetivo era la paz, como siempre lo había definido nuestro Comandante Manuel Marulanda Vélez, y decidimos seguir intentándolo”. Téllez, no tiene la menor duda, y así lo expresó en La Habana, que si se dan avances en el diálogo, esta vez podrían abrirse definitivamente las puertas de la pacificación.

Ricardo Téllez fue secuestrado en  Caracas endiciembre 2004 y llevado en un baúl hasta lafrontera con Colombia. Ahí fue entregado
a la inteligencia militar colombiana.

-Fue muy difícil llegar a este momento actual? ¿Cómo fueron las primeras conversaciones exploratorias? 
– Este camino no ha sido sencillo, porque venimos de una guerra bastante dura, de ocho años del señor Uribe y dos años de Juan Manuel Santos. Una vez que el presidente Santos asumió el mandato, envió una carta al Secretariado de las FARC, diciendo que lo que nosotros proponíamos en la agenda de la Nueva Colombia bolivariana, podía ser discutido, pero que lo que le hacía mal al país eran las formas de lucha que nosotros utilizábamos. De todas maneras, él reconocía que en Colombia había un conflicto, que era algo que no aceptaba Uribe.
– A partir de allí comenzó un intercambio epistolar, que concluyó en una reunión que se hizo en Colombia, al que le siguieron algunos encuentros en otros territorios no colombianos, para después terminar en Cuba, en reuniones que denominamos “discretas y secretas” durante seis meses, hasta llegar al actual momento.
-Ustedes durante un largo tiempo, insistieron, a diferencia del ELN, que las conversaciones tenían que ser en Colombia. ¿Qué los hizo cambiar de opinión? 
– Fíjese que desde tiempo atrás, en el gobierno de Gaviria, dialogamos en Caracas, y luego en México. Para nosotros el sitio nunca fue una cuestión de principios, sino que lo importante es tener la fundamentación y la confianza para encarar los diálogos.
-¿Cuánto tiempo deliberarán en Oslo? 
– Lo de Oslo es solamente la instalación de la mesa, allá deliberaremos dos o tres días a lo sumo, y luego lo importante se discutirá en La Habana. También acordamos que también se podrán realizar reuniones en otros países (N.de R.: No se descarta que una de esas sedes pueda ser Argentina o Brasil) de acuerdo a cómo se vayan dando las discusiones. 
-¿Cuáles son las razones que los lleva a pensar que el establishment colombiano tiene necesidad de encarar la paz precisamente en este momento?
– Ellos llevaron adelante con todas sus fuerzas, el Plan Colombia. La idea era exterminarnos en cuatro años, en forma física. Es decir, demostrarle al mundo que la guerrilla podía ser derrotada por esa vía militar. Esos primeros cuatro años del señor Uribe no fructificaron en lo que él pretendía. Logró otros cuatro años con su reelección, y en ese período se invirtieron más de 12.000 millones de dólares en la guerra en Colombia. Está la presencia norteamericana, hay personal israelí y del Reino Unido y de otras potencias, metidas en la guerra contra el pueblo colombiano. Ellos habían hablado del post conflicto y resulta que eso que pretendían, no se ve por ningún lado. Tenemos una guerrilla fuerte, bien equipada, que obviamente ha sufrido algunos golpes duros pero que supo adaptarse, con mucha facilidad, a las nuevas formas que asume la guerra en Colombia.
De vuelta a la montaña de Colombia, libre después que el presidente Sarkozy
presionara a Uribe a liberarlo. En la foto la guerrillera y los comandantes Jesús
Santrich y Iván Márquez.

– Ese aspecto, de no poder ganar la guerra en forma rápida, llevó al convencimiento del señor Santos y a sus patrocinadores, los EEUU, de que era mejor dialogar. Nosotros somos abanderados de la paz y del diálogo. Y nos alzamos en armas precisamente porque se nos habían cerrado esos caminos. Ahora bien, el establecimiento colombiano piensa incrementar al máximo todas las políticas neoliberales, ya que tienen 52 tratados de libre comercio firmados con diferentes países del mundo, una buena cantidad de proyectos agro-industriales y mineros, más proyectos energéticos multimillonarios. No nos olvidemos que Colombia es uno de los países más ricos del continente: nosotros tenemos oro, plata, esmeraldas, a lo que hay que sumarle costas en los dos mares, y la selva amazónica. Todos estos proyectos que las trasnacionales impulsan se chocan contra una resistencia armada. A partir de allí, nuestros enemigos deducen que es mejor solucionar este conflicto por la vía dialogada. Además, en función de la crisis que vive el mundo, y especialmente Europa, temen que sus consecuencias podrían generar un caldo de cultivo, para que a partir de la experiencia que tienen las FARC, surjan otras guerrillas en el continente. 
-Sin embargo, Juan Manuel Santos insiste en que las FARC están contra las cuerdas, que los últimos golpes los han debilitado, y que precisamente por eso ustedes se sientan a dialogar. 
– De ninguna manera. Uno de los principios de la guerra, es que con los derrotados nunca se dialoga. Si yo gano la guerra y someto al enemigo, para qué me voy a poner a dialogar. Eso no tiene ningún sentido. Esas suposiciones existen en la mente de ellos mismos, pero la realidad les demuestra día a día que están equivocados. La confrontación armada hoy, y esto lo saben los altos mandos militares y lo han dicho en reuniones de Palacio, puede durar otros 20 o 30 años más. De allí es que han tenido que reflexionar sobre la necesidad de buscar otros caminos para terminar con la guerra. En función de ello, nosotros nos hemos atrevido a insinuarle al gobierno, que lo importante sería parar la mortandad que acarrea la contienda, nuestro interés es construir la paz, pero una paz con dignidad, con justicia social, que se encaren los problemas del pueblo colombiano.
-¿Qué está pidiendo con urgencia la guerrilla?
– La guerrilla no está pidiendo nada para ella, no necesitamos nada del establecimiento. A nosotros nos han movido cuestiones altruistas y que el país y el continente puedan vivir en paz.
– Si estos 48 años de lucha armada permanente logran que se canalice una apertura democrática, que en Colombia se cambien las formas de hacer política y se respeten los derechos humanos y la integridad de las personas, y que nuestro país se inserte en la nueva realidad latinoamericana, y que aporte a la paz nacional y del mundo, creo que ha cumplido una misión muy importante. Hay que recordar que nosotros en un momento dado quisimos cambiar esta forma de lucha. Ahora bien, si ahora se abren las compuertas que nos cerraron en 1964 y se nos permite en pleno plan de igualdad con otras fuerzas ir a la plaza pública, estaríamos dispuestos a hacer eso, pero deben convencerse nuestros enemigos que no se va a dialogar con una guerrilla vencida. Ese fue el error de los sucesivos gobiernos colombianos, creer que cada vez que se abría la posibilidad de un diálogo, era porque la insurgencia estaba derrotada. Esa es una estupidez, y saben que en el momento actual es insostenible para ellos.
-No creen que pudiera haber otra manera de ver esto. Le explico: el presidente Santos enfrenta la posibilidad de una re-elección muy pronto, y él sabe que si estas conversaciones fructifican, se puede convertir en un abanderado de la paz y de esta manera revalida su idea de seguir gobernando.
– La paz tiene muchos amigos y es indudable que en Colombia se ha despertado un fervor extraordinario hacia ella. Se respira el fervor de un verdadero plebiscito internacional que llevará adelante estos diálogos. Tengamos en cuenta que este es el conflicto más largo del hemisferio occidental. Es indudable que quien tenga las banderas de la paz en este momento, puede aspirar no solamente a una reelección, sino a pasar a la historia como un hombre que hizo todo lo que tenía en sus manos para que su pueblo viviera mejor. Ese es un desafío que tiene el Presidente. Si él quiere hacer historia, tiene la gran oportunidad, pero el establecimiento en su conjunto tiene que estar preparado a hacer algunas de las concesiones que siempre las FARC han buscado, porque se trata de dos partes en la cual ninguna ha derrotado todavía a la otra.
-¿Qué diferencia hay entre estas conversaciones que van a empezar y las anteriores que se dieron en otros momentos de la confrontación? 
– El Presidente tiene en este momento un respaldo muy grande a nivel nacional, y un entorno latinoamericano diferente al que había en los diálogos del Caguán. A la vez, se ve que hay un apoyo mucho más grande por parte de los Estados Unidos para evitar que continúe la guerra en Colombia. No olvidemos que ellos han sido los promotores de esta guerra, y si ellos paran de echar leña al fuego, seguramente se podrá avanzar también. Otra de las situaciones que se puede ver, es que ya el señor Presidente involucra al alto mando militar, incluyendo en las conversaciones a algunos oficiales de alta categoría. Ahí hay también representantes de los gremios económicos, que saben que con un esfuerzo que se haga, y reconociendo toda la cantidad de factores que han originado el conflicto y solucionando esas causas, se puede avanzar hacia un proceso de paz. De allí que nosotros consideramos que hay algunas variaciones que nos permiten que hagamos una experiencia mucho mayor que otras ocasiones.
– En ninguno de los procesos anteriores había una real voluntad de paz por parte del gobierno colombiano. Si el señor Santos va a utilizar esa bandera para la politiquería, él deberá pagar ese costo histórico frente al país. Hoy se da una oportunidad, nosotros como FARC tenemos la voluntad política de avanzar, siempre y cuando se encare esto con seriedad, y que se pueda ir demostrando que hay ganas de solucionar el conflicto.
– En estas conversaciones de ahora, nosotros le hemos dicho al gobierno que venimos a la mesa sin arrogancia, dispuestos a poner músculo, nervio, pensamiento, ideas, pero también somos conscientes que, tratándose de arreglar un problema tan grave, quien más tiene, más tiene que aportar.
– El gobierno, el Estado, tienen mucho para darle al pueblo de Colombia. Las FARC, por nuestro lado, tenemos ideas para arrimar a la construcción de una Colombia digna, soberana y en paz, pero aquí quien tiene la plata es el gobierno…
-¿Cuánta influencia puede tener en este contexto el discurso que viene lanzando Alvaro Uribe, oponiéndose a estas conversaciones? 
– Este sector es minoritario, en el momento actual, tiene alrededor de un 18 % de representación. Es un discurso exageradamente retardatario, lleno de odio, venganza y retaliación. Son fanáticos de la guerra, pero eso a nosotros no nos preocupa demasiado, porque cada día que pasa , el pueblo colombiano va tomando conciencia de quiénes han sido los promotores de esta violencia. Con Uribe están reubicándose esos sectores que son peligrosísimos. Los Estados Unidos, al apoyar los diálogos –por lo menos eso es lo que ha dicho el Departamento de Estado-, significa que se separan un poco del señor Uribe Vélez, y quien mejor que los gringos para dar esa señal. Ellos tienen todos los expedientes de cuál ha sido el prontuario de Uribe desde que se inició en la política colombiana. Él figura en el puesto número 82 de una lista que tiene en su poder la DEA. 
-Volviendo al tema del cese del fuego: Si esto no se produjera, y se incrementan las acciones militares por parte del gobierno Santos, ¿no creen ustedes que se ponen en serio peligro estas conversaciones?
– Siempre es peligroso dialogar bajo fuego. Intentar hablar bajo las balas y los bombardeos, es un riesgo muy grande. Nosotros no estamos pidiendo en estos momentos un cese del fuego, sólo hemos sugerido que deberíamos evitarle más muertos al país. El gobierno respondió que no, que ellos van a seguir con los bombardeos y las operaciones militares. Entonces, es obligación de la guerrilla, defenderse. Nosotros insistimos en que quisiéramos evitar más dolor, pero parece que el gobierno considera que así vamos a tener una ventaja militar. Si no fuera por la tragedia que representa para el pueblo colombiano, esto llamaría a risa. Pero es indudable que al establecimiento parecen no importarle mucho la vida de sus propios soldados, y de la gente del pueblo, que toda guerra causa. Ellos consideran que el alto el fuego debe producirse al final, y nosotros pensamos que la movilización permanente del pueblo y la misma presión internacional pudiera ayudar a que las partes cesáramos el enfrentamiento armado, sin ventajismos de carácter estratégico para ninguna de las dos partes. -Otro tema difícil es el de los tiempos. El Presidente Santos habla de que a más tardar, en junio o julio del 2013 el conflicto debería tener ya soluciones, mientras que Timochenko ha planteado que esto va a ser un proceso largo. 
– Timochenko lo dijo, y no habría que ponerle a esto términos fatales. Solamente para llegar ahora a conformar una agenda nos demoramos dos años. Esta guerra lleva 60 años, por eso nos parece que es muy precipitado lo dicho por el Presidente, que considera que el conflicto se puede arreglar de la noche a la mañana. La vida es mucho más rica que cualquier cuestión que se proponga en la agenda. Los mejores planes, fallan. Entonces, vamos a ir mirando cada uno de los puntos de la agenda, vamos a ir construyéndola, sin pausas pero sin prisas, como dijo un ex presidente de la República. Aquí lo importante no son las carreras de cien metros, sino que se vayan llegando a acuerdos y que el país y el mundo vean, que vale la pena seguir dialogando. Nosotros no estamos dispuestos a trabajar contra reloj, no somos parte de las Olimpiadas que acaban de terminar. 
-¿Qué significado le dan a la frase “dejación de armas”, que figura en el Acuerdo marco para empezar los diálogo? 
– La frase tiene muchas interpretaciones. Nosotros hemos dicho que si se abren las puertas a la paz, si se hacen un montón de cambios, si se respiran nuevos aires, las armas, al fin y al cabo, son simples hierros, que en un momento dado se pueden silenciar. Lo que no se pueden ocultar son las ideas que cada combatiente tiene en la cabeza. Las armas, mientras no haya hombres dispuestos a dispararlas, por sí sola, no cumplen ningún papel. Ellas sirven para defender al pueblo, de la tiranía, para evitar la esclavitud. Esas armas han posibilitado que ahora el país vislumbre, por fin, la anhelada paz. 
-Ustedes se alzaron en armas, para denunciar un orden injusto (así lo expresaban sus comunicados fundacionales). ¿Qué les hace pensar ahora que en esta mesa de negociaciones podrán obtener lo que se les negó en tantos años de insurgencia armada?
– Nosotros hemos dicho que no vamos al diálogo para que nos hagan la Revolución por contrato. No se trata de hacer la Revolución en una mesa de negociaciones. Sostenemos que aquí hay dos partes enfrentadas, con criterios de carácter antagónico. También decimos: ustedes nos obligaron a tomar las armas, buscaron por todos los medios eliminarnos y no lo han logrado. La esencia de la guerra es someter la voluntad de lucha del contrincante, y eso tampoco lo ha podido hacer ni lo va a lograr el Estado colombiano. Entonces le decimos al presidente Santos: si usted abre las compuertas y da pie a un nuevo país, las armas pueden ser silenciadas y buscar por otras vías que se cumplan nuestras reivindicaciones. En 1964 lo dijeron nuestros fundadores, nosotros queríamos la vía pacífica para la toma del poder, pero nos respondieron violentamente. Como somos revolucionarios, que de una u otra manera tenemos que cumplir nuestro papel, nos alzamos en armas hasta que haya cambios en el país.
– Si los cambios comienzan a producirse, entonces nos insertamos en la política, porque las armas no van a cumplir allí ningún papel. Es tan estrecho este sistema colombiano, que da vergüenza, comparado con otros países del continente y del mundo. En otras partes no se asesina a una persona porque esté en contra de tal o cual posición del gobierno, o sencillamente por reclamar respeto a la dignidad humana, o defender la soberanía del país. En otros países no se asesina a la gente que hace una manifestación o una toma de tierras. En Colombia, pensar diferente al establecimiento ha causado en la primera etapa de la violencia, 300 mil muertos, y en esta parte que llevamos, ya se pasa de 250 mil muertos. ¿Dónde se llevó una guerra más cruel y más bárbara contra un pueblo desarmado? ¿Qué no se ha empleado contra las FARC en este último tiempo? La más alta tecnología de punta, los drones, aviones super Tucano, los globos, toda la inteligencia militar del enemigo, los micro chips, bombas inteligentes, para quebrar la voluntad de gente que pelea para que en el país haya justicia social, libertad y una verdadera democracia. 
-Uno de los puntos nodales del acuerdo marco que será discutido en las conversaciones es el tema de la tierra. ¿Cuáles son los planteos de las FARC para solucionar la situación de los campesinos colombianos? 
– Nosotros hicimos un pacto de caballeros, hay unos puntos que se van a discutir en la mesa. Con el tema de la tierra y el desarrollo agrario vamos a comenzar la discusión. Por eso, por el momento no vamos a dar por micrófono lo que debe ser discutido en la mesa de diálogo. Tenemos una visión muy concreta y propuestas que hacer, además de recoger el sentir de las organizaciones agrarias, campesinas, indígenas, afro-descendientes. Igualmente tendrán que participar en las discusiones y darnos orientación, las organizaciones vinculadas a los problemas del campo, pero no solamente eso, sino que también hay que ver la cuestión de la salud, de la educación, de la vivienda, de la ecología y toda la cuestión de la tierra.
-Exigirán la reforma agraria?
– Colombia es el único país de América Latina donde no se ha producido jamás una Reforma agraria. El 87% de las mejores tierras del país están en manos del 4% de los poseedores. Las grandes haciendas de más de 500 hectáreas se han aumentado a costa de los pequeños campesinos. El problema del latifundio en Colombia dio origen a las primeras guerrillas. Ahora soportamos la embestida de las trasnacionales que quieren apoderarse de las tierras, con grandes proyectos mineros y agrario-industriales. Tengamos en cuenta que la tierra, en estos momentos y a nivel mundial, ha adquirido precios desorbitantes. 
-¿Cómo puede participar la sociedad colombiana actual en las conversaciones de paz? 
– En la mesa se acordaron algunos mecanismos. La gente que está en el país puede citar foros, asambleas, encuentros, mingas, donde puedan estar discutiendo, por ejemplo, el problema de la tierra. Igualmente se pueden hacer encuentros nacionales para que allí se aporten y se recojan todas las ideas. El problema de la tierra en Colombia ,no ha aparecido de ayer para hoy, es un problema histórico, y las organizaciones campesinas, indígenas y afro-descendientes, han venido teniendo una trayectoria de combate, lo mismo ocurre con las FARC. El 20 de julio de 1974 las FARC expidieron el programa agrario de los guerrilleros. Ahora actualizamos todo eso, y lo llevamos a la mesa para discutirlo. 
-Pero el gobierno Santos afirma que ya está encarando el problema de la tierra. 
– El gobierno está interesado en hacer algunos cambios a nivel de la tierra, porque tienen el interés de meter toda la cuestión del capitalismo en el campo. El problema es que necesitan integrar esas dos terceras partes de Colombia que representan al país olvidado. Allí, en ese territorio se encuentra la guerrilla y no se registra presencia del Estado. Por lo cual todo ello tendremos que discutirlo cuando toquemos el punto del desarrollo agrario. 
-Además, está el tema de las áreas con plantaciones de coca, y lo que significa a nivel de monocultivo. 
– Las plantaciones de coca no sólo están en áreas de la guerrilla sino en casi todo el país. Dentro del acuerdo marco, hay un punto para discutir el tema de los monocultivos. Fíjese que ahora, en la Cumbre de Cartagena y en la Iberoamericana que se va a hacer en España, uno de los problemas que se discute es la lucha contra el narcotráfico. En marzo de 1999, nuestro comandante Manuel Marulanda Vélez hizo un estudio sobre el Municipio de Cartagena del Chairá. Ese estudio lo presentó a la primera reunión que se hizo sobre cultivos ilícitos y defensa del medio ambiente en el Caguán. Este es un plan totalizador y tiene plena vigencia, para toda Latinoamérica, para que se discuta en la OEA y también en la ONU. Es hora que el Departamento de Estado norteamericano vea que hay una forma diferente de atacar el tema de la producción y comercialización de narcóticos en el mundo. Para eso no se necesita solamente la cuestión represiva, ya que este es un fenómeno económico, político, militar y social. Millonarias fortunas se mueven allí. En este momento lo que circula en el mundo por narcóticos son 670 mil millones de dólares. Todo ese torrente de billetes está irrigando la cuestión financiera de los EEUU. Para América Latina revierten 20 mil millones, y Colombia, que se dice que exporta el 80 % de la cocaína, recibe 4.500 millones de dólares. ¿Quién está haciendo el gran negocio? Pero además de ello, la coca está ligada al tema de los precursores químicos, producidos por el primer mundo. Está ligado al tema de los armamentos. ¿Quién los fabrica? Ellos también, Occidente, el primer mundo.
– Como se ve, son temas demasiado serios, y el Estado se ha dado cuenta que esa guerra, ya la perdió. Por eso, los otros países están viendo como atacan este fenómeno, y en ese punto también las FARC tienen propuestas para encarar soluciones. Es contradictorio, pero en ese aspecto podemos ser aliados de los Estados Unidos. Y con Europa también, ya que ellos están perjudicados en su juventud, y nosotros pagando los costos de una guerra que no es la nuestra. 
-Imaginemos que las conversaciones de paz funcionan, a base de cambios y algunas concesiones. ¿Qué se hace con las bases norteamericanas?
– Ese es un problema de soberanía nacional y nosotros nos hemos opuesto por principio a que haya bases militares, con tropas extranjeras en Colombia. Allí se metieron con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico, haciendo luego la guerra contrainsurgente más devastadora. Nosotros hemos recibido las bombas. Ningún narcotraficante ha muerto por culpa de ellas, cuando supuestamente eran el objetivo de estas bases. Todo lo que hay en Colombia en función de las bases es para controlar el continente sudamericano, sino que también apuntar hacia el África. Nosotros estamos firmemente convencidos que esas bases, asesores y tropas norteamericanas , le harían un gran favor a la paz, abandonando el territorio colombiano.
-¿Cuánto puede influir en estas negociaciones el resultado de las elecciones norteamericanas? 
– Con eso se especula mucho, a pesar que la política exterior norteamericana es compaginada por los dos partidos. Sugieren que el candidato republicano es mucho más duro que Obama, o que éste va a cambiar de posición, pero la realidad es que en política exterior marchan como un solo hombre. Uno quisiera, pero son deseos, que el señor Obama tuviera una diferente forma de observar América Latina. Que viera que ese bloqueo sobre Cuba es obsoleto y que él como un demócrata debería ayudar a levantar esto. O esa cárcel de Guantánamo que aún mantienen, y que debería desaparecer. Lo real es que en política exterior, los EEUU han venido apretando cada vez más el cuello a América Latina, por eso se están quedando solos en el continente. 
-Valoran los cambios que se vienen produciendo en el continente a nivel de integración de los países? 
– Claro, ha surgido una nueva forma de hacer diplomacia, de los países latinoamericanos. El hecho de que la OEA esté tan desprestigiada, y que organismos como la CELAC y Unasur, hayan tomado impulso y no estén allí representados ni gringos ni canadienses, significa que su política exterior hacia Latinoamérica ha fracasado. Para los pueblos ellos son un peligro, un monstruo sediento de nuestros recursos naturales. 
-¿Se imaginan participando de alguna forma en las próximas elecciones colombianas? 
– Ese es muy pronto para hablarlo. No hemos instalado aún la mesa de conversaciones. Nosotros estamos las 24 horas pensando en cómo vamos a asumir el reto de tratar de llegar a un acuerdo final y comenzar la construcción de una paz para Colombia. No somos politiqueros de oficio, hay mucha gente a la que le gusta eso, nosotros tenemos otra manera de ver y entender la política. No nos seduce el sistema electorero vulgar, y menos con esa forma que se hace en Colombia, que para llegar al Parlamento, si usted no tiene mil o dos mil millones de pesos no puede llegar. Por eso, fíjese que quienes están allá, la mayoría están investigados ( o incluso presos) porque la corruptela de ese Parlamento colombiano es asombrosa. Lo mismo pasa con las gobernaciones y las alcaldías. Es que las clases gobernantes de nuestro país son todas corruptas, y han abusado de un pueblo que es bueno, sencillo y trabajador.
-Ustedes creen que hubiera sido mejor contar en estas mesas que se están por abrir, con la presencia del ELN?
– Nosotros ya hicimos una experiencia con ellos en la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar. En Tlaxcala, estuvo el ELN, el EPL y también nosotros. Desafortunadamente, eso no prosperó. Con el ELN veníamos teniendo algunas fricciones hace un tiempo atrás, esto por lo menos ya se paró, y estamos en un proceso de unidad bastante avanzada. Nosotros comenzamos este proceso con el gobierno de forma separada, pero de todas formas siempre dijimos que las puertas están abiertas para sumarse, pero el ELN es una organización soberana, y ellos pueden hacer su propia experiencia. Si en un futuro podemos coincidir, sería muy interesante compartir una mesa con ellos. 
-¿Qué ha pasado con la idea que ustedes manifestaron, de que se incorpore a la mesa, Simón Trinidad? 
– Ese es un punto que nosotros llevamos a la mesa de diálogo. Ya hay experiencias, Mandela estaba en la cárcel 27 años, y desde allí logró incidir mucho para derrotar el Apartheid. Simón está condenado por cosas de las que lo acusan, pero todo el mundo sabe que se trata de un montaje y una venganza por el solo hecho de pertenecer a las FARC. Nosotros consideramos que él debe estar en la mesa y vamos a pelear por ello. Sugerimos que los EEUU, para remediar en parte tanto mal causado, deben facilitar las cosas, y esta sería una forma de hacerlo, permitiendo su presencia en las negociaciones. 
-Cuando se encaran este tipo de negociaciones, siempre aparecen palabras claves como “reconciliación”, “reparación”, “comisión de la verdad”. ¿Qué opinan de ello de cara al proceso que van a comenzar? 
– Nosotros creemos que en Colombia puede haber un gobierno de reconstrucción y reconciliación nacional. Eso puede llegar en un momento dado, sin embargo no nos dejamos llevar por la palabrería vana ni tampoco necesitamos salir a copiar de otras partes. Aquí ha habido una guerra, si el gobierno tiene la disposición política de arreglarla, y nosotros la tenemos, incluso podemos crear nuevos conceptos en muchas cosas. Cada conflicto tiene sus particularidades, y el de Colombia ha sido extremadamente específico. Todos estos temas que usted plantea se irán tratando en la mesa de diálogo en su debido momento. 
-En los últimos años, varios de sus compañeros del Secretariado han resultado muertos en combate, producto de la ofensiva del Ejército. ¿Cómo han repercutido estas muertes en vuestra lucha? 
– Los compañeros caídos en combate están presentes en cada actividad de los hombres y mujeres de las FARC. En cada uno de nuestros campamentos se tienen sus retratos, sino que todas las noches se les evoca en las obras culturales. Fueron nuestros guías, nuestros maestros, son hombres únicos que ofrendaron todo por la paz en Colombia. Hombres indoblegables que han trascendido más allá de lo que ahora vemos, y que con el tiempo su imagen crecerá inmensamente. Son verdaderos héroes de la Patria. En algún momento habrá que darles el reconocimiento que se merecen. En muchos países del mundo ha pasado así, a la gente se le persigue, se le encarcela, se le denigra, y después, cuando las situaciones cambian, resulta que eran los hombres que portaban la verdad histórica, que ofrecieron todo su esfuerzo para cambiar la realidad de humillaciones que vivía nuestro país. 
-¿Cómo cree que recibirán las mujeres de Colombia estas conversaciones de paz, esas mujeres que son madres, que son hijas de guerrilleros como ustedes, o esas otras mujeres de la sociedad colombiana que han sufrido la violencia en todos estos años? 
– Las mujeres y todo el pueblo, han recibido esta noticia con mucho alborozo. La primera encuesta muestra que el 80% del pueblo colombiano está por la paz. Cuando en febrero nos reunimos por primera vez con el gobierno, estos prácticamente decían que el país quería una guerra , que nos detestaban, y nosotros les decíamos, no señores, la paz es la que predomina en Colombia y ustedes tienen una distorsión total de las cosas. Ahora nos han tenido que dar la razón, y si las cosas funcionan esto va a ir creciendo, y nuevos actores vendrán a integrarse, no solamente en la sociedad colombiana sino también del exterior. Usted ve que el Papa ha apoyado los diálogos de paz, igual que Naciones Unidas o la Unión Europea, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y la de Brasil. Ojalá que quienes tenemos la responsabilidad de sacar este proceso adelante, podamos cumplir la misión que se nos ha dado. 
-¿Siguen teniendo el socialismo como meta? 
– Claro, ese es el único sistema que puede salvar al planeta Tierra. Nosotros hemos peleado por el socialismo con las armas en la mano porque no nos han dejado otra opción. Vamos, indefectiblemente, por la toma del poder para el pueblo. Eso no lo hemos escondido jamás. O se nos permitía hacer política para exponer nuestros ideales y alcanzar nuestros objetivos por la vía legal, o nos cerraban el camino violentamente como hicieron todo este tiempo. No negamos nuestras condición de socialistas. Las revoluciones las hacen los pueblos y nosotros somos parte de ese pueblo. Podemos tratar de organizar militarmente a nuestro pueblo, pero también lo podemos organizar políticamente. En el momento en que se respete la vida de esas personas que organizamos políticamente. Lo que no podemos repetir es la historia de la Unión Patriótica, el genocidio más grande de América Latina, con 5 mil muertos, cuando tratábamos de abrir un espacio político. Fue un costo extremadamente alto para un país como Colombia.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Declaración conjunta FARC- ELN ratifica voluntad de paz de la guerrilla


“. . . no puede haber otro camino para los revolucionarios que la unidad y la lucha, la acción de masas en las calles, el levantamiento popular en el campo y las ciudades”, dice un fragmento de la declaración conjunta FARC- ELN. En la foto, Pastor Alape (con boina), integrante del Secretariado de la FARC y el comandante Gallero, del Bloque guerrillero de ELN en el Sur de Bolívar después que una columna combinada de ambas organizaciones guerrilleras dieran de baja decenas de paramilitares y tumbaran cinco fortificaciones de los paramilitares, éstos últimos apoyados y suministrados por helicópteros del ejército. FOTO: DICK EMANUELSSON.


Declaración conjunta FARC- ELN ratifica voluntad de paz de la guerrilla

 

-- DECLARACIÓN POLÍTICA --

El Ejercito de Liberación Nacional (ELN) y Las Fuerzas armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP), inspirados en los más profundos sentimientos de hermandad, solidaridad y camaradería, con optimismo y elevada moral de combate, estrechados en un fuerte abrazo de esperanza en el cambio revolucionario, nos hemos reunido para analizar la situación política nacional e internacional, los problemas de la guerra y de la paz en Colombia y avanzar en el proceso de unidad que desde el año 2009 venimos forjando paso a paso, con el propósito de hacer converger ideas y acciones que permitan enfrentar junto al pueblo a la oligarquía y al imperialismo como elementos que imponen la explotación y la miseria en nuestra patria.


Indoblegable determinación nuestra, es continuar la búsqueda de una paz que para Colombia y el continente signifiquen el establecimiento de la verdadera democracia, la soberanía popular, la justicia social y la libertad.

Realizamos esta reunión, en momentos en que se desarrolla la más profunda crisis del sistema capitalista mundial, caracterizada por una desaforada carrera de guerras de invasión, saqueo y sobreexplotación de los recursos de la naturaleza, precarización de las condiciones de trabajo, que condenan al hambre y la muerte a millones de seres humanos en un planeta conducido por la voracidad del imperialismo, hacia el caos y la destrucción.

En nuestra patria las calamidades generadas por este sistema de inhumana sobre-explotación y exclusión de las pobrerías, ha escalado la desigualdad y profundizado la confrontación de clases en dimensiones nunca antes vistas, las cuales derivan directamente de la aplicación sostenida y desbocada de políticas neoliberales que favorecen a los grandes grupos financieros y grandes corporaciones transnacionales, en detrimento de las mayorías nacionales.

Dentro del panorama internacional de crisis sistémica del capital, que muestra sus rostros múltiples de debacle financiera, económica, ambiental, urbanística, energética, militar, política, institucional, moral y cultural, Colombia se configura como un país de economía reprimarizada y financiarizada.

A esa condición la han llevado los detentadores del poder, para permitir el saqueo que significa la extracción desaforada, el robo de sus recursos naturales y la especulación financiera. Millones de compatriotas han sido lanzados a la miseria y la guerra, impuesta por las élites para acallar la inconformidad de las mayorías frente a esta iniquidad.

El gobierno de Juan Manuel Santos fue instaurado para garantizar la continuidad de los planes de desposesión por despojo que sobre el pueblo colombiano impone el imperialismo. Una nueva espacialidad del Capital acompañada de ordenamientos jurídicos y disposiciones militaristas de seguridad y defensa inmersas en la vieja Doctrina de la Seguridad Nacional y terrorismo de Estado, se afianza en nuestro país para blindar los “derechos” del capital, el bienestar de los ricos a costa de los trabajadores y del pueblo más humilde. Dentro de esa perspectiva se define la nueva etapa de despojo de tierras que hoy se disfraza con el falso nombre de restitución. En la práctica, a los millones de desplazados y víctimas de las sucesivas etapas de despojo violento auspiciadas por el Estado, se suman ahora nuevas legiones de campesinos, indígenas, y gente sencilla en general, a los que se les arrebatará o se les niega ya la tierra mediante procedimientos de engañosa legalidad, engrosándose aún más las cifras de pobreza y de indigencia que colocan a Colombia en el rango del tercer país más desigual del mundo.

Es este el sentido cruel de la seguridad inversionista y de la prosperidad que difunde el presidente Juan Manuel Santos, mientras se sigue encarcelando, asesinando y reprimiendo a sus opositores.

Frente a esta realidad no puede haber otro camino para los revolucionarios que la unidad y la lucha, la acción de masas en las calles, el levantamiento popular en el campo y las ciudades, retando la criminalización de la protesta y exigiendo al gobierno reales hechos de paz, que no pueden ser otra cosa que hechos de solución a los problemas sociales y políticos que padecen las mayorías por cuenta del terrorismo Estado de la casta gobernante cuyas tendencias más guerreristas han conducido los destinos del país durante la última década.

No es con demagogia y amenazas de represión y más guerra que se pondrá fin al conflicto. No es con más compra de material bélico ni entregando el país al Pentágono que se alcanzará la paz; no es con planes guerreristas y de tierra arrasada, como el “Plan Patriota” o el “Espada de Honor” como se logrará la reconciliación de los colombianos. Mucho menos dando ultimatums a la insurgencia a partir de la idea vana de que la paz sería el producto de una quimérica victoria militar del régimen, que lleve de rodillas a la insurgencia, rendida y desmovilizada, ante ese adefesio llamado marco jurídico para la paz.

Nuestra voluntad de paz radica en el convencimiento de que el destino de Colombia no puede depender de los intereses ruines de la oligarquía. Los cambios políticos y sociales con la participación y decisión plenos del pueblo son una necesidad y un requerimiento inevitable. Por ello la unidad y la movilización del pueblo en favor de los cambios estructurales para, sobre la base de la justicia, construir la paz, son la verdadera llave de su conquista.
Con pasos firmes de unidad en el pensamiento y en la acción, fraternalmente,

COMANDO CENTRAL, ELN.

SECRETARIADO DEL ESTADO MAYOR CENTRAL, FARC-EP.

Montañas de Colombia, septiembre de 2012

miércoles, 26 de septiembre de 2012

VIDEO / FARC: El perverso gobierno de Santos

Juan Manuel Santos marcha al ritmo de los generales el 12 de junio de 2012
en la ceremonia de graduación de cadetes , prometiendo 1.2 billones de pesos
para reforzar las FF.MM. 
Foto Andrés Piscov



FARC: El perverso gobierno de Santos

Publicado 25 Septiembre, 2012, 11:45

Por Redacción rpaSUR

Santos no puede hablar dos lenguajes; o se habla de la guerra o se habla de la paz. Decir que ordenó la ejecución del comandante Alfonso cuando había los primeros contactos de diálogo de paz en su gobierno, es “perverso”, acaba de afirmar el vocero de las Farc, Hermes Aguilar tras una entrevista exclusiva con rpasur.com desde la capital cubana.

Paz en Colombia

El presidente Juan Manuel Santos había hecho esas afirmaciones en su reciente viaje a Kansas en los Estados Unidos, en donde admitió que el máximo jefe de las Farc fue “primer contacto para negociar”. Aguilar dijo que justamente el país y el mundo deben saber que los diálogos de hoy, se hacen con las Farc bajo las orientaciones de Alfonso Cano.
Sin embargo, este no será un proceso fallido, anotó. A la pregunta sobre las bases militares en Colombia, Aguilar cree que si se quiere un verdadero proceso de reconciliación deberán acabarse las bases norteamericanas e inclusive llegar a reducir la fuerza publica.
En referencia a las peticiones que se dice que hará la guerrilla de las Farc al gobierno, el jefe guerrillero dijo: “No estamos pidiendo nada para nosotros como guerrilla. Esta no es la paz de la guerrilla, es la paz del país”.
No será entonces un proceso del que salga el carro, la beca y la casa para los combatientes de las Farc, sino verdaderas reformas en el campo social, económico y político para el país.
Para que no se repitan hechos como el magnicidio contra la Unión Patriótica Hermes Aguilar anotó que las Farc esperan llevar el tema a la mesa con el gobierno y que si las condiciones lo permiten habrá en el país la transición requerida para hablar de una reforma constitucional, de la reforma de las leyes, entre otras cosas.
Hizo un reconocimiento a la clase media del país, al decir que nadie le puede quitar su gran capacidad para conducir el país, para dirigir. La clase media será la primera en participar en el proceso, puntualizó.
Hablando sobre la posible liberación del cantante de las Farc, quien fue retenido en Venezuela, manifestó que si el gobierno de Hugo Chávez le concede asilo o refugio político, “ese problema de acaba”.
Hizo referencia al narcotráfico, a los tratados de libre comercio, al síndrome del proceso de paz del Caguán, del que dijo, que “el gobierno de Pastrana no aguantó el ritmo de las conversaciones. El gobierno de entonces hizo presupuestos equivocado y reaccionó la ultra derecha” y habló finalmente de la narcoparapolitica y de los políticos y generales encarcelados.
Septiembre del 2012
Hermes Aguilar tras una entrevista exclusiva con rpasur.com desde la capital cubana:
http://youtu.be/2zizKugNdTo

“Santos y Generales anuncian pronta baja de 3 miembros del Secretariado ¿El diálogo es entonces para firmar la rendición?”: Timoleón Jiménez



Por César Jerez


Timoleon Jiménez, comandante de las FARC, reapareció en Twitter

El comandante de las FARC, Timoleón Jiménez, filtró anoche en twitter, hacia las 8:32 p.m. información que compartiría el presidente Santos y la cúpula militar, referida a la inminente baja de otros tres miembros del secretariado de las FARC, el comité ejecutivo de la guerrilla colombiana.

“Santos y generales anuncian pronta baja de 3 miembros del Secretariado. ¿El diálogo es entonces para firmar la rendición? Ayayay.” Trinó Jiménez, denunciando la eventual operación militar.

Después, en un mismo minuto, pero hoy 25 de septiembre a las 6:26 p.m. Jiménez trinó tres veces: “Conversaremos no por miedo a la muerte, como aseguran en las alturas. Sino por amor a la vida. Por cambios, justicia y patria para todos...Confían en repetir otra vez la ejecución de Alfonso Cano. Invitan a dialogar mientras planean el golpe definitivo. Así han sido siempre...La historia universal de la infamia no ha terminado de escribirse. Santos sigue orondo la tradición criminal de todas las oligarquías”.

Los trinos de Timoleón Jiménez confirman la dinámica de lo que serán los primeros meses de conversaciones de paz, una escalada militar de parte y parte que ya empezó y que buscaría fortalecer los dos puntos de partida con los que el gobierno y la guerrilla llegan a la mesa:


1. El gobierno y la cúpula militar pensando que las FARC están lo suficientemente debilitadas y desgastadas como para aceptar una negociación a cambio de la vida de los comandantes guerrilleros y algunas dádivas, jurídicas, políticas y territoriales.

2. Las FARC pensando que se mantienen invencibles militarmente y que algunos sectores de la oligarquía estarían dispuestos a aceptar un nivel de transformaciones políticas, sociales y económicas, aceptables para la guerrilla.

Además de los puntos y enfoques de partida diferentes, por su puesto, la misma agenda y su orden plantean enormes desafíos para las partes. La pretensión de resolver el primer punto de la agenda referido a las cuestiones agraria, territorial y de desarrollo rural, sin que por ningún lado de los acuerdos temáticos de partida aparezca la cuestión del modelo económico y la política minero-energética gubernamental, requerirán, sin duda, de un enorme esfuerzo en los aspectos programáticos, metodológicos e incluso de facilitación.

Por ahora, en los prolegómenos de las convesaciones que se instalarán en Oslo, lo que veremos cotidianamente es el recrudecimiento de la guerra y su impacto dramático en la vida de los pobladores rurales, las organizaciones sociales y los combatientes.

La siguiente es la relación de los trinos de Timoleón Jiménez, desde el 5 de Septiembre hasta hoy en https://twitter.com/timochenko_farc:


25 de septiembre

Notimundo transcribe los últimos trinos de 'Timochenko' hasta antes de las 10 de la noche del 25 de septiembre de 2012:
Tweets:
Toda la gran prensa aplaude la estrategia traicionera de los criminales en el poder. Odia e ignora todo lo que proviene de sus víctimas.
Por semejante brutalidad es que planteamos e insistimos en una solución distinta. La oligarquía sólo entiende de matar e intimidar.
La mano firme de la oligarquía produjo 5 millones de desplazados, 50.000 desaparecidos, 200.000 asesinados en los últimos 20 años.
Conversaremos no por miedo a la muerte, como aseguran en las alturas. Sino por amor a la vida. Por cambios, justicia y patria para todos.
Confían en repetir otra vez la ejecución de Alfonso Cano. Invitan a dialogar mientras planean el golpe definitivo. Así han sido siempre.
La historia universal de la infamia no ha terminado de escribirse. Santos sigue orondo la tradición criminal de todas las oligarquías.
Santos y generales anuncian pronta baja de 3 miembros del Secretariado. ¿El diálogo es entonces para firmar la rendición? Ayayay.
Los diálogos por la paz tendrán éxito sólo con la participación y reconocimiento de las grandes mayorías. Su agenda debe estar en la Mesa.
Cuántas victimas por la inmoral pluma de José Obdulio y hasta ahora se escandalizan. ¿En virtud de qué garantías, libertades y valores?
En cambio cuando calumnió a Sergio Jaramillo, sí violó la libertad de prensa y mereció condena. La doble moral de siempre.
Calumniar al Polo, al PC, la ACVC, a MP, a Piedad, a las FARC y al movimiento popular le ganaba todos los aplausos a José Obdulio Gaviria.
Instituciones democraticas: la misma triple alianza de la reforma judicial se a presta a reelegir al arbitrario procurador. ¿hasta cuando?
La paz de Santos, bien para los ricos: bombas, metralla, capturas en masa, persecuciones, amenazas, hambre y crímenes contra los de abajo.
Desde 1964 se traen una ofensiva tras otra. También hoy creen lograr en 6 meses lo que no pudieron ni en los últimos 10 ni en 48 años.
Según Santos habrá pronta paz. Muy rápido terminará el terror de Estado, democratizará el país y acabará con la pobreza y la impunidad.
¡Qué pena Diana Calderón! No es cierta la chiva sobre Carlos Antonio y Pablo en la Mesa de Conversaciones. Anote ahí a Rubén Zamora.
Colombia entera decidirá entre la paz con justicia social que planteamos y la guerra infinita decretada ayer por Santos. Venceremos.