Punto
de vista de un desterrado colombiano…
Por:
Valmern – Vozcol
Octubre 28 de 2012 – No.005
Los laberintos de las
encuestas y de no pocos trabalenguas…
Con rebuscada acumulación de experiencias y derroche de vieja
manipulación, el imperio y la clase dominante colombiana, tradicional y
emergente, mueven a su antojo y conveniencia los “mágicos” resultados
producidos por las empresas encuestadoras.
Tales empresas, muy bien financiadas y engranadas a la maquinaria del
sistema imperante, son las encargadas de procesar la “materia prima” para
producir, empaquetar y lanzar al mercado los más diversos y sofisticados sistemas
de mentira y engaño.
Veamos, por ejemplo, que sectores de la ultraderecha, apoyados en
supuestos sondeos de opinión y a través de los grandes y poderosos medios de
comunicación, siguen rindiendo ruidoso culto al tema y accionar práctico de la
santo-uribista “seguridad democrática”, es decir, culto a la guerra, culto al
terrorismo de Estado, culto a la violencia de los de arriba contra los de
abajo.
Para ello, para mistificar la violencia, las empresas encuestadoras esconden
o enmascaran los verdaderos orígenes, las verdaderas razones y los verdaderos
objetivos de una u otra opinión, de una u otra manifestación social y política sobre
la guerra y sobre la paz.
En el hoy, como en el ayer, se han pretendido imponer como “ciertas”
las recetas santo-uribistas de estigmatización, criminalización y penalización
para, desde esas posiciones, intentar “justificar” las cada vez más frecuentes y
bien calculadas agresiones contra el movimiento social y contra las masas
populares que, a su vez, insisten en ejercer los derechos de movilización y
protesta, reales avenidas que llevan a la construcción y desarrollo de las
insoslayables fuerzas del cambio.
Pero al país y a la comunidad internacional progresista no se les
puede engañar fácilmente, mucho menos se les puede distraer con etiquetas de inamovilidad
y de eternidad. Estas realidades se puede ver y palpar claramente en las
pequeñas, medianas y grandes movilizaciones sociales y de masas que han
exigido, están exigiendo y seguirán exigiendo, mediante la incontenible fuerza
de la unidad, la organización y la movilización, el diálogo como única y real
salida al conflicto interno social y político armado. Estas realidades se pueden
ver y palpar, en las constantes y activas manifestaciones de solidaridad
impulsadas en y desde la comunidad internacional.
Inquietud de Paquito: ¿Será realmente posible concretar acuerdos
hacia la paz, sin tocar temas como los de: modelo económico, inversión
extrajera y doctrina militar?
(Hasta la próxima)
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