2012/11/3 AFP
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"Reflexiones sobre la agenda de La Habana III"
1.El diálogo parte de un Acuerdo General que tiene el propósito de
terminar el conflicto, un conflicto que es armado, político y social, a fin de
construir la paz estable y duradera, que no puede ser otra cosa que la paz con
justicia social.
2.Terminar el conflicto implica, de fondo, acabar con las causas que
lo generaron y son razón de su permanencia en el tiempo. Es apenas obvio que en
este esquema sencillo las bases para la construcción del edificio no son otras
que la solución de los problemas que han generado la confrontación. Sin bases
no puede haber edificio.
3.Cuando se plantea que "poner fin al conflicto" es
"condición esencial para la construcción de la paz estable y duradera",
las FARC entienden que acabar con sus causas se erige en una necesidad
insoslayable para alcanzar la paz con justicia social. Este, es un compromiso
mutuo de las partes firmantes del Acuerdo General, pero tomando en
consideración que el diálogo que de él se desprende debe tener la participación
protagónica del pueblo. Esto se reconfirma en la idea plasmada en el Acuerdo
General, consistente en que se parte del reconocimiento de que "la
construcción de la paz es asunto de la sociedad en su conjunto que requiere de
la participación de todos, sin distinción".
4.Cualquier punto que se aborde del Acuerdo, implica un desarrollo en
el que se incluya considerar "el respeto de los derechos humanos en todos
los confines del territorio nacional", "el desarrollo económico con
justicia social y en armonía con el medio ambiente", "el desarrollo
social con equidad y bienestar, incluyendo las grandes mayorías",
"ampliar la democracia como condición para lograr bases sólidas de la
paz", contando con el acompañamiento de la región y de la comunidad
internacional.
5.En procura de estos aspectos que se incluyen en el Acuerdo General,
desde su preámbulo hasta su culminación se desarrollarán conversaciones
directas e ininterrumpidas hasta alcanzar un Acuerdo Final para la terminación
del conflicto; es decir, de sus causas de fondo, para que se haga efectiva la
construcción de la paz estable y duradera, que como hemos insistido desde las
primeras aproximaciones con el gobierno, es una paz con justicia social.
6.Existe el deseo de que el diálogo se desenvuelva de manera efectiva,
expedita, y en el menor tiempo posible y que su duración estará sujeta a
evaluaciones periódicas de los avances. En cuanto expedito, la idea es que el
diálogo esté libre de estorbos durante su desenvolvimiento. No debería
colocarse como estorbo, por ejemplo, eso de hacer pender amenazas sobre el
proceso, pues su inicio y permanencia no se deben ver como si se tratara de una
concesión ni como expresión de debilidad de alguna de las partes. Parafraseando
a Cervantes, cuando lo perros ladran, efectivamente es ello señal de que se
cabalga, pero poco aportan los ladridos feroces que salen del ministerio de la
Defensa, en la sostenibilidad de este fundamento.
7. Sobre la agenda. Se pactó hablar sobre 6 puntos: el primero,
política de desarrollo agrario integral, acceso y uso de la tierra; el segundo,
participación política; el tercero, fin del conflicto; el cuarto, solución al
problema de las drogas ilícitas; el quinto, víctimas y el sexto,
implementación, verificación y refrendación.
8.El proceso ha tenido diferentes momentos, pero es un mismo conjunto
que no se puede someter a esquemas tecnocráticos que lo descuarticen en etapas
o fases simplistas que den la idea equívoca que de lo que se trata es de un
itinerario breve de la capitulación insurgente a partir de promesas
insusbstanciales del gobierno en cuanto a que el régimen terrorista que impera
comenzará a cambiar como por arte de magia al instante en que se coloquen los
fusiles en el cuarto de San Alejo. Los seis puntos de la agenda, aún enumerados
como aspectos, son un todo indisoluble cuyo desarrollo implica una
interpretación crítica y completa del texto firmado por las partes, que se
deberá completar con los aportes fundamentales que manen de la participación
popular. En fin, ver el texto objetivamente, examinarlo en su contexto general
histórico y cultural, en el plano de los anhelos del constituyente primario que
es el pueblo, es la clave para el entendimiento.
Fraternalmente,
Delegación de Paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia,
Ejército del Pueblo (FARC-EP).
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