Sin la participación del pueblo, el proceso
de Paz difícilmente puede prosperar.
En la foto el pueblo de Cesar protesta
contra la “Locomotora Minera”
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La delegación de las FARC en la Habana llama al
gobierno colombiano a facilitar la participación del pueblo en el proceso de
paz
ANNCOL/ LA HABANA / 5 de NOVIEMBRE de 2012 / En su 4ª
Reflexión sobre la perspectiva de un verdadero proceso de Paz en Colombia, la Delegación
de Paz de las FARC en la Habana llama al gobierno colombiano de permitir la
participación popular en el proceso de Paz.
“Solicitar
al gobierno se sirva explicar sin más demora los procedimientos, mecanismos,
metodologías, dinámicas que posibilitará que las expresiones diversas de la
sociedad puedan desenvolver el proceso de dialogo por la paz en Colombia, con
todos los recursos y garantías que ello requiera”, dice el comunicado en uno de
sus renglones.
Sobre
el aniversario del asesinato del comandante Alfonso Cano, la delegación guerrillera
recuerda que hoy, 5 de noviembre, se “completó un año de haber caído asesinado
después de resistir valiente con sus combatientes, a una jauría que les cercó y
luego recibió la orden de eliminarles. Así lo confesó públicamente Juan Manuel
Santos, admitiendo cínicamente, la comisión de un crimen de lesa humanidad. . .
. El mandatario colombiano ante las cámaras del mundo, lo que ha dicho es que
desde su función de Jefe de Estado decidió violar todas, absolutamente todas
las reglas del derecho internacional humanitario, todas las normas que regulan
la guerra y todo principio de decencia”, subraya el comunicado de las FARC que
exige justicia ante un crimen de lesa humanidad y de guerra.
A continuación presentamos el comunicado de la
delegación de las FARC en la Habana:
La Habana, República de Cuba. Noviembre 5 de 2012.
Sede de los diálogos por la paz con justicia social para Colombia.
Sede de los diálogos por la paz con justicia social para Colombia.
REFLEXIONES SOBRE LA AGENDA DE LA HABANA IV
“No
puede haber república donde el pueblo no esté seguro del ejercicio de sus
propias facultades”.Simón
Bolívar.
En el “Acuerdo General
para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y
duradera”, las partes hemos convenido atender el gran clamor de la población
por la paz, tomando en consideración que su construcción es asunto de la
sociedad en su conjunto. Por ello, “la participación de todos, sin distinción,
incluidas otras organizaciones guerrilleras, a las que invitamos a unirse a este
propósito...”, ha sido colocado como aspecto central del ropaje democrático que
debe tener el proceso que iniciará sesiones el 15 de noviembre en la Habana
(Cuba).
Que
atino este, el de no considerar que los problemas de la guerra y de la paz son
asunto de manejo exclusivo del gobierno. Gran avance, ciertamente, en el camino
de búsqueda de la justicia social y la reconciliación, sencillamente porque su
esencia es la de irle abriendo campo a la democracia aún dentro del ambiente
guerrerista que mantiene el régimen.
Fue
sensato Juan Manuel Santos cuando decidió pactar através de sus voceros “la
disposición total de llegar a un Acuerdo, y la invitación a toda la sociedad
colombiana...”, que debe ser la verdadera protagonista de este emprendimiento.
Este
que empieza, entonces, deberá ser el momento en que el contacto con el sentir
profundo de las gentes de nuestra patria, desde los más humildes, llene de
juicios acertados el diálogo nacional de paz. Todos los sectores populares deben
reclamar su participación y decisión dejando oir desde ya sus múltiples voces y
propuestas.
Necesitamos
al pueblo, al constituyente primario, definiendo la ruta del diálogo desde ya.
Reiterándonos una enseñanza de Simón Rodríguez, el maestro de Bolívar, cuando
decía que “La propiedad colectiva debe ser la regla y la propiedad privada la
excepción”, para ver cómo encontramos las claves que nos permitan poner fin a
la depredación desastrosa del capitalismo.
Hoy
recordamos a los fundadores de la patria, como una manera práctica y sentida de
traer a la memoria, con enseñanzas y luces, a alguien que además de militar en
la idea de buscar con todos nuestros esfuerzos la paz, enseñaba el ideario de
Rodriguez y de Bolívar en el proceso de construcción de la Nueva Colombia: el
Comandante Alfonso Cano, quien hoy completó un año de haber caído asesinado
después de resistir valiente con sus combatientes, a una jauría que les cercó y
luego recibó la orden de eliminarles. Así lo confesó públicamente Juan Manuel Santos,
admitiendo cínicamente, la comisión de un crímen de lesa humanidad: aplicar la
pena de muerte; o mejor dicho, tal como lo advirtió monseñor Monsalve, obispo
de Cali, asesinar a un alzado en armas, que según las propias palabras del
presidente, “estaba cercado”. El mandatario colombiano ante las cámaras del
mundo, lo que ha dicho es que desde su función de Jefe de Estado decidió violar
todas, absolutamente todas las reglas del derecho internacional humanitario,
todas las normas que regulan la guerra y todo principio de decensia, en la
medida en que previamente ha dado certeza de que en efecto era Alfonso Cano, el
comandante máximo de las FARC-EP, quien adelantaba los acercamientos de paz con
el gobierno. Nos preguntamos si ya sobre esto alguna autoridad judicial de
orden nacional o internacional, habrá adelantado algún tipo de investigación.
La situación lo amerita.
La
sociedad, en movimiento y con determinación, através de diversas expresiones
emerge hoy, a pesar de la guerra sucia y el terrorismo de Estado, con más
fuerza reclamando sus derechos; exigiendo respeto al territorio, abnegándose
por la reapropiación de su naturaleza, por la afirmación de su cultura y por la
construcción de un proyecto de vida sustentable. Es hora entonces de que
también en la Mesa de la Habana se le de su lugar y que Colombia toda se convierta
en territorio de diálogo, justicia y reconciliación.
Así las cosas, aprovechamos esta
reflexión para solicitar al gobierno se sirva explicar sin más demora los
procedimientos, mecanismos, metodologías, dinámicas que posibilitará que las
expresiones diversas de la sociedad puedan desenvolver el proceso de dialogo
por la paz en Colombia, con todos los recursos y garantías que ello requiera,
lo mismo que se sirva dejar en claro y de manera pública, pues ya no estamos en
momento secreto de exploración, los mismos elementos y sobre todo las garantías
de amplitud, respeto, financiación y seguridad para los contingentes de la paz
que han de llegar hasta la Habana a traer sus aportes en favor del proceso.
Fraternalmente,
compatriotas
DELEGACIÓN DEPAZ DE LAS FARC-EP
DELEGACIÓN DEPAZ DE LAS FARC-EP
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