Era el año
2000, miles de compatriotas fueron testigos de una nueva esperanza, de un nuevo
esfuerzo mancomunado. El 29 de abril, en San Vicente del Caguan en el marco del
proceso de paz , se da a conocer el Movimiento Bolivariano por la Nueva
Colombia; hay júbilo: campesinos, obreros, jóvenes, artistas, estudiantes,
indígenas, afros ven de primera mano como una vez más el pueblo colombiano se
organiza y se prepara desde la clandestinidad para no repetir la misma historia
de exterminio que siempre ha impuesto la clase política dominante contra sus
detractores. La fiesta se replica en muchas zonas del país, en unas con mucho
impacto en eventos públicos y en otras por las condiciones de represión, el
movimiento comienza a germinar desde el estricto secreto, con la gran
complicidad del pueblo, en pequeños encuentros, reuniones, tertulias y actos
políticos donde flamea nuevamente el sueño soterrado del Libertador.
Así sucedió en
el Oriente Antioquieño recogiendo la memoria de sus paros cívicos, en el
Nordeste y en el Nudo del Paramillo conmemorando grandes batallas en defensa de
nuestros recursos mineros, en los páramos y valles de orquídeas del Occidente,
tierras particularmente azotadas por la Violencia desde la muerte de Gaitán.
Fue también en los barrios de Medellín, refugió de miles de desterrados, en la
Zona Nororiental, en Castilla, Robledo, la Comuna 13 y también al sur en
Itagüí. Ahí están vivos como ayer, nuestros comienzos en las lomas de esta
ciudad y en los campos de este hermoso departamento, ahí cabalga, como hace más
de 200 años, la lucha popular.
El MB aparece
como una organización clandestina, pero amplia, impulsada y apoyada por
Bolivarianos de corazón y de convicción, que luchan y se expresan de muchos y
variados modos en pro de las causas del pueblo haciéndole el quite a la
persecución, a la estigmatización, al exterminio político. Comienza a tejerse
desde el secreto, desde el tinto en el pasillo, desde los corrillos en la fábrica,
desde los parches en los barrios, en las caminatas de los campesinos e
indígenas por las trochas, en medio de las fiestas y la bullaranga de los
afros, ahí tomo nuevos bríos la identidad bolivariana, materializada en una
nueva organización que hoy combate de norte a sur, de oriente a occidente, los
cimientos de este régimen político oligárquico de unas pocas castas familiares
y un profundo sentido antipopular.
Aquí están
orgullosos quienes sobrevivieron y continuaron resistiendo, quienes estuvieron
más allá del miedo, quienes como el mejor marinero, se cultivaron en medio de
las peores tormentas y no en medio de la serenidad del mar. Fueron años de
sacrificios y grandes costos humanos los que supero con creces el Movimiento
Bolivariano bajo los 8 años de la Dictadura Narco-Paramilitar de Uribe Vélez.
Enaltecemos el mérito de los que nunca dejaron de construir en medio de las
adversidades, de quienes con la capucha y la piedra defendieron la educación
pública, de quienes pelearon en las vías por sus reivindicaciones como los
campesinos, de quienes con el pueblo se arrojaron a las calles contra la
injusticia social. Héroes anónimos en la historia de las comunidades, muchos
hoy desaparecidos, presos, exiliados. Su sacrificio no fue en vano, hoy siguen
erguidas sus banderas en nuestras manos.
En estos años
la Insurgencia derrotó en el terreno los planes de injerencia del Imperio en lo
militar: Plan Colombia, Plan Patriota y el Plan Consolidación, todos ellos la
continuidad de la Doctrina de Seguridad Nacional, estrategia integral
contra-insurgente. El Pueblo vio como sus luchas volvían a tomar nuevas
fuerzas, en épocas dispersas y sectoriales, ahora ya con el acumulado de
experiencias, con propuestas de verdaderos cambios estructurales. Hoy las
sendas de paz están sobre la mesa, grandes sectores populares claman con
urgencia su participación política. La Unidad es una bandera y un objetivo
impostergable. El torrente de movilización es la muestra que las grandes
mayorías se encuentran organizadas y quieren la Paz tan esquiva durante los
últimos 60 años. El actual gobierno es de continuidad, no es otro diferente, el
modelo neoliberal y las políticas proimperialistas no se esconden tras una
máscara, el pueblo es el que padece, ahí está la realidad de este Sistema Capitalista,
no en los discursos maquillados y politiqueros, y en las falsas cifras del
Gobierno de Santos.
Ha sido costoso
y a la vez enriquecedor, cabalgar al lado de Bolívar, numerosos señalamientos y
persecuciones emanan constantemente de la Casa de Nariño. Bolívar es en muchos
casos el referente para ubicar al "terrorista" desde el Estado, pero
ser Bolivariano es ser Insurgente, Rebelde, Humanista, no lo que replican los
Medios de Comunicación. La lucha ideológica de retomar el Ideario Bolivariano
no sólo esta enmarcada en el discurso y accionar de la insurgencia y del MB, es
un deber y un derecho histórico de la clase popular, es una tarea de los
colombianos de a pie recuperar en el Libertador un referente que trascienda el
mero símbolo y ver en su ideario todo un camino a materializar verdaderas
transformaciones sociales. Ya lo han demostrado diferentes experiencias en Latinoamérica,
la vigencia y necesidad del Pensamiento Bolivariano. El Antiimperialismo y la
Unidad Latinoamericana cabalgan hoy como obra realizable, como sueño posible,
la necesidad de una verdadera independencia política y una soberanía construida
por el pueblo. Es la lucha por el sueño inconcluso del Libertador, traicionado
por más de dos siglos por una clase dirigente arrodillada al Imperio y rodeada
por políticos lagartos, corruptos y apátridas.
13 AÑOS de
lucha han transitado luego que se desplegara una nueva esperanza de paz con
justicia social en el seno del pueblo colombiano, 13 AÑOS donde hemos visto
caer compañeros y a otros continuar su vida en el deber último de las armas ya
cerrada cualquier otra posibilidad. Conmemoramos y llevamos en alto el ejemplo
de todos aquellos que entregaron su vida con el convencimiento de que algún día
sus sueños e ideales por una Nueva Colombia serían alcanzados para el bien de
todo un pueblo mancillado. A la memoria de Ernesto, David, Jimmy e Iván Ríos,
flores inmortales de la Primavera. Acá seguirá estando presente el compromiso,
la disciplina, el amor y la alegría.
Bolívar ha
vuelto, su espada de combate ha sido puesta en nuestras manos y su espíritu de
fuego ilumina ya la oscura noche de la opresión oligárquica e imperial animando
nuestra indómita y mestiza hechura cósmica desbordada de esperanza.
"Todos los
pueblos del mundo que han lidiado por la libertad han exterminado al fin a sus
tiranos"
Simón Bolívar.
San Mateo, marzo de 1814
MOVIMIENTO
BOLIVARIANO POR LA NUEVA COLOMBIA - ANTIOQUIA
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