Por César Jerez / Agencia Prensa Rural
Viernes 8 de febrero de 2013
Viernes 8 de febrero de 2013
El vocero de la delegación de paz de las FARC
denunció la profunda crisis carcelaria colombiana. Reclamó de nuevo la
presencia de Simón Trinidad en los diálogos al denunciar las condiciones
inhumanas de su reclusión
“Las cárceles de Colombia son basureros humanos”:
Jesús Santrich
“Los diálogos siguen a ritmo de mambo...encontrando
coincidencias en torno al desarrollo agrario integral”, dijo con optimismo
Video:
http://youtu.be/XGF5BXYBJt0
Jesús Santrich denunció con detalles la situación “inhumana
y extrema” de los presos políticos y sociales en las cárceles colombianas.
Torturas, desatención médica, mutilaciones, hacinamiento, hacen parte de las
violaciones sistemáticas que denunció el guerrillero.
La voz de
Santrich requirió a los censurados y autocensurados comunicadores sociales
colombianos para que den a conocer una de las situaciones violatorias de los
derechos humanos más silenciadas del país. Cárceles sin servicios públicos, sin
abastecimiento regular de agua, comida muchas veces podrida, enfermos
terminales, encerrados, cancerosos, que se mueren lentamente sin ningún tipo de
atención médica, madres con hijos que tendrían derecho a casa por cárcel,
mafias que controlan las cárceles con la ayuda de agentes estatales, fosas
comunes dentro de las cárceles, procesos de sindicados que se dilatan
interminablemente más allá de todos los términos, actuaciones arbitrarias de
directores de cárceles y de la guardia del Inpec.
El panóptico
sigue siendo la forma predilecta de vigilar y castigar del régimen colombiano,
un verdadero laboratorio de represión que concentra el infortunio de los
encarcelados y la miseria humana de los carceleros. Un drama invisible que
tiende a empeorar pues según los datos oficiales ingresan a la cárcel dos
personas por cada una que recupera su libertad.
Se estima que
la población carcelaria colombiana alcanzará los 130.000 reclusos este año, de
los cuales 36.000 son sindicados, presos sin condena. Datos de organizaciones
defensoras de derechos humanos cifran en 7.500 los presos políticos,
prisioneros de guerra y de conciencia. Los montajes judiciales para encarcelar
a opositores políticos como una práctica frecuente y las detenciones
arbitrarias y masivas de los dos gobiernos de Uribe explican esta alarmante
cifra de prisioneros políticos, una de las más grandes del mundo. El
hacinamiento es de proporciones abismales. Las cárceles de Colombia podrían
tener actualmente una sobrepoblación de 43.000 internos, un 33% sobre el total
de reclusos, según los datos oficiales. Lo sorprendente del drama carcelario es
que se mantenga oculto, en un silencio y una oscuridad apabullante. Toda una
paradoja, el drama desconocido de los presos colombianos fue sacado a la luz
por un guerrillero invidente con acento caribe.
El relato
carcelario, emocionado, de Jesús Santrich estaba dirigido a muchos, al gobierno
colombiano, al de Estados Unidos, fue un llamado de atención, de humanidad a la
sociedad colombiana. Pero Santrich le habló también a los guerrilleros presos,
expectantes, tras las rejas, frente al proceso de paz. Finalizando las
respuestas a las preguntas de los peridistas se desabrochó la camisa para dejar
ver un “venceremos” con letras blancas en un fondo negro. “Hemos venido a dialogar
y en nombre del pueblo venceremos”, concluyó.
Para entender
más la situación:
Video:
http://youtu.be/_LPVxjsaWoI
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