La Habana,
Cuba, sede de los diálogos de paz, abril 24 de 2013
Las
FARC-EP, expresan al pueblo colombiano su satisfacción profunda por haber
llegado a este nuevo ciclo de conversaciones, el octavo, completando cien
propuestas mínimas que sustentan nuestra visión de lo que debe ser
el Desarrollo rural y agrario para la democratización y la paz
con justicia social de Colombia.
Con Cuatro
propuestas mínimas para la reforma del estado e institucionalidad
democrática y participativa cerramos en el día de hoy este
compendio, que ha sido construido plasmando en él las iniciativas más sentidas
de las organizaciones populares que han participado del proceso, hemos
procurado sentar las bases para la dignificación de las comunidades rurales,
quizás las más marginadas, maltratadas y victimizadas por las políticas
económicas y de guerra del Estado colombiano.
Asuntos de
tanta trascendencia pero jamás tenidos en cuenta por las élites en el poder,
como lo de normar la actividad laboral de los campesinos mediante contratos de
trabajo decentes que garanticen salarios justos y vacaciones, o la seguridad
social nunca vista para estos sectores de la población que tanto le sirven a la
patria sin mayor reconocimiento ciudadano, han sido colocados al lado de
planteamientos urgentes de restitución, formalización y redistribución de la
tierra para los hombres y mujeres que la anhelan, la trabajan y la resguardan
con amor, a pesar del despojo que durante décadas han sufrido por cuenta de los
latifundistas.
Justa y
objetivamente debemos decir que solamente con cambios estructurales en la
tenencia y uso de la tierra, es decir, con una reforma agraria profunda que
acabe con el latifundio, delimite la propiedad, frene la extranjerización de la
tierra y devuelva la soberanía al pueblo, se podrán establecer los cimientos
para una paz estable y duradera. El camino para alcanzar estos propósitos es
largo y difícil, pero nuestra determinación es la de luchar hombro a hombro con
nuestros compatriotas para alcanzar la meta.
Reforma
del Estado e institucionalidad democrática y participativa
1. Reforma
y reestructuración del Estado.Las políticas y medidas aquí
formuladas (Cien propuestas), sólo serán posibles si se emprende un proceso de
reforma y reestructuración del Estado que garantice contenidos y diseños de
política pública en función de los intereses de la sociedad, en general, y de
la población del campo en particular. Ello implica, desneoliberalizar y
desprivatizar el Estado para ponerlo al servicio de la soberanía nacional y de
la transformación democrática y del desarrollo del campo; recuperar su
capacidad de liderazgo; y promover su acción planificada. Además de su función
productiva y de provisión de infraestructura, se requiere un Estado
profundamente comprometido con la superación de la desigualdad y la pobreza y
el buen vivir de la población.
2.
Institucionalidad para la transformación democrática del campo. Se
requiere la conformación y el fortalecimiento de una nueva institucionalidad
estatal democrática y participativa en capacidad de dar respuesta a los
requerimientos de la política de desarrollo rural y agrario integral para la
democratización y la paz con justicia social, aquí formulada. Tal
institucionalidad, además de posibilitar la participación activa de las
comunidades rurales y de las organizaciones campesinas, indígenas y
afrodescendientes en el diseño y la ejecución de la política pública para el
campo, debe reconocer la capacidad de autogobierno y autogestión de estas
comunidades y organizaciones, lo cual implica un nuevo tipo de relacionamiento
entre el Estado y la comunidad organizada.
3. Nueva
institucionalidad fiscal. En atención a que las
transformaciones aquí propuestas, demandan la disposición extraordinaria de
recursos del presupuesto durante un período de al menos diez años, mientras se
generan y consolidan las condiciones para una paz estable y duradera, y a que
existe actualmente una institucionalidad fiscal del nivel constitucional, que
impone la sostenibilidad fiscal, y del nivel legal, que obliga a la regla
fiscal, se hace necesario realizar las reformas que garanticen tal disposición
de recursos, sin menoscabo de las condiciones de una macroeconomía razonable.
4.
Asamblea Nacional Constituyente. Considerando que el conjunto de
políticas y acciones aquí propuestas requieren un marco jurídico institucional
adecuado, que las más importantes de ellas superan los diseños constitucionales
actuales, y que una paz estable y duradera sólo es posible con la más amplia
participación social y popular, se hace imperiosa la realización de una
Asamblea Nacional Constituyente, como mecanismo de refrendación y diseño
definitivo de la nueva política de desarrollo rural y agrario integral para la
democratización y la paz con justicia social.
DELEGACIÓN
DE PAZ DE LAS FARC-EP
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